Hasta el 1 de febrero de 2018 la vida privada de Gema López (47 años) se había mantenido en un discretísimo segundo plano, prácticamente nada se sabía de ella. No obstante, ese día se vio por primera vez, y contra su voluntad, en la portada de una revista del corazón en la que se anunciaba su divorcio de Antonio Pardo Sebastián. Desde entonces han pasado, concretamente, tres meses y once días. ¿Cómo ha llevado Gema todo este tiempo? ¿De qué manera ha gestionado su nuevo estado de soltería?
Por el momento no se le conoce relación amorosa alguna, aunque no ha dejado de salir con sus amigos y de hacer vida social. Desde ese mismo día en que se hizo pública su separación tanto ella como su entorno de Sálvame cerraron filas por orden expresa de la periodista. No quería, bajo ningún concepto, traspasar la línea que separa al tertuliano del personaje. Todavía sigue manteniendo ese estatus privilegiado, ya que nadie ha nombrado siquiera su separación.
Gema está feliz y tiene muchas razones para estarlo. Lejos de convertir su asunto amoroso en el tema candente de Sálvame, pasó inadvertido y la periodista no tuvo que exponer en ningún momento su vida. El cuidado con el que la trataron y continúan tratando en su programa, tanto por parte de la cúpula como de sus compañeros, demuestra la buena posición que tiene dentro del formato. Lo único que se pueda afirmar, sin lugar a réplica, es que su delicada situación sentimental tras el divorcio no ha afectado, en absoluto, a su día a día y que su relación con su exmarido es más que afectuosa y cordial. Como prueba, hace unos días Gema celebró su cumpleaños junto al que había sido su marido durante un largo matrimonio.
Ella ha continuado con su rutina normal y ha respondido como se esperaba con sus obligaciones profesionales. De hecho, tan solo faltó a su puesto de trabajo ese difícil día 1 de febrero en el que se anunció su separación. Eso sí, al día siguiente se incorporó a su puesto con la mejor de la sonrisas y con profesionalidad.
En sus redes sociales también parece haber hecho ninguna mella el nuevo estado civil de Gema. Su Instagram así lo atestigua. Poses divertidas, momentos ociosos entre risas y comentarios ingeniosos. La felicidad forma parte de la rutina de Gema y no disimula.
En estos tres meses no solo ha conseguido la colaboradora mantenerse en la sombra ella misma, sino también que el nombre del que había sido su marido también se mantuviera guarecido en el anonimato. Mucho menos se han tratado de ningún modo los entresijos de lo que supone esta separación en cuanto al motivo real de su divorcio, la división de bienes del exmatrimonio o lo que sienten cada uno ante tal situación. Nada se ha dicho en prime time y nada se dirá.
Ella ha puesto sus límites y la cúpula los ha respetado. Está claro que no es lo mismo desnudar que desnudarte. Hay 'tratos de favor' que merecen la pena por el bien de terceros. Gema optó por el silencio y Gustavo González (52) por desfilar su amor por los platós de televisión con María Lapiedra (33). Dos divorcios, dos formas de vivirlos complemente opuestas.
Antonio Pardo, el hombre tras la periodista
Tras el divorcio, la pregunta era obligada: ¿quién es Antonio Pardo, el hombre tras la colaboradora? Se trata de un conocido director y productor de teatro, para lo cual estudió interpretación, clown y canto. Desde entonces se ha aventurado en diversos proyectos, de lo que han resultados más de siete películas y bastantes cortometrajes. La pareja llevaba bastantes años casados, en los que trajeron al mundo a su pequeña Nadia (10).
En lo personal, Antonio tiene muchos aspectos en común con Gema López. Al igual que la que ha sido su esposa, muchos de sus allegados lo califican como un hombre apasionado, discreto y disciplinado, razón por la cual pocos datos se conocen de su vida privada y de su relación con la colaboradora de Sálvame, salvo el curioso detalle de que, a los pocos días del anuncio de la ruptura, en la pestaña de la biografía de su Facebook ya aparecía como soltero.
[Más información: Gema López celebra su cumpleaños junto a su exmarido]