La historia de Carlos Sobera (57 años) y el Teatro Reina Victoria ha llegado a su fin, al menos en lo que a su faceta empresarial se refiere. El presentador vendió el teatro el pasado mes de enero por 9,4 millones de euros, según las liquidaciones del Registro de la Propiedad.
El bilbaíno adquirió este inmueble, situado en una de las mejores zonas de Madrid (a pocos metros de la Puerta del Sol) hace dos años por 7 millones de euros. Desde entonces el periodista ha gestionado el teatro a través de Arequipa Producciones, sociedad que comparte con su esposa Patricia Santamarina Cerdeiriña.
Aunque las razones exactas de esta operación no se han conocido, JALEOS ha podido averiguar que la situación financiera de la empresa no es la más ideal, con ingresos que bajan y un resultado en números rojos.
Mala situación económica
La empresa Arequipa Producciones S.L. se fundó en Barakaldo en 2003, época en la que ya era de sobra conocido por los españoles (sobre todo tras presentar el programa 50 por 15 ¿Quiere ser millonario?). El bilbaíno crea esta sociedad para la producción y organización de toda clase de representación en público y espectáculos musicales, teatrales o de danza integrales.
Aunque al principio la gestionaba él en solitario, incluyó a su mujer a partir de 2013. Hecho que se notó positivamente en las cuentas de la compañía. La compra del Teatro Reina Victoria no supuso el primer contacto de esta compañía con el mundo de la espectáculo, y es que esta sociedad ya ha producido obras de teatro como 5 y acción...!!! o 50 sombras el musical; películas como Hasta aquí hemos llegado o El forastero; y series como La pecera de Eva o Frágiles.
Producciones que avalan la experiencia del matrimonio con el mundo los escenarios, pero que no parecen haber sido aliciente suficiente para que Sobera y Santamarina continuaran al frente del teatro madrileño.
La situación ya era mala en 2016, ejercicio en el que se redujeron los ingresos ligeramente (1,06 millones de euros) y la compañía registró unas pérdidas que ascendían a 77.000 euros.
Pero si estas cifras no fueran lo suficientemente negativas para Sobera, la economía de la empresa se complica por la diferencia entre el activo y el pasivo (entre lo que tiene y lo que debe). Pues aunque posee cerca de 8 millones de euros, las deudas que pesan sobre la compañía hacen que el patrimonio resultante supere ligeramente el millón de euros.
Según informan fuentes de este mundo a Corazón TVE, el problema ha sido que Sobera "se ha arrugado por completo. No ha sabido mantener una finca vieja con un mantenimiento caro y con una producción muy escasa". Además, han querido señalar que "aunque el teatro está mal, necesita más inversión y cuando lo compró lo hizo con una hipoteca muy alta, creo que se ha rendido muy pronto", afirma.
Ahora, el teatro pasa a formar parte de la sociedad Pescaderías Coruñesas, propiedad del restaurador Evaristo García Gómez y de sus hijos. Una empresa familiar que tiene una situación económica mucho más saneada: solo en activo sus cifras rondan los 89 millones de euros y en 2016 obtuvo un beneficio de 3,4 millones de euros.
Un negocio que pone una nota agridulce en la trayectoria profesional de Carlos Sobera. Al igual que sus concursantes en sus programas, el presentador tendrá que seguir probando suerte en los negocios.
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