Con motivo del día internacional de la familia, los artistas franceses Pierre et Gilles, conocidos a nivel mundial gracias a su galardonada obra en diferentes museos, han escogido a la familia de Quique Jiménez (40 años), más conocido en la televisión española como Torito, para dar visibilidad a nuevos modelos de familia. En este caso una familia homoparental compuesta por Quique, Raúl y el pequeño Nathan. El nombre de la obra es Portrait de Familia. La propiedad de dicha obra pertenece a los artistas y será expuesta en diferentes museos antes de que salga a la venta. Sus piezas están valoradas en unos 100.000 euros la unidad. Quique Jiménez lleva más de once años junto a su marido, Raúl Jiménez. Su hijo nació hace diecisiete meses a través de gestación subrogada. El pasado mes de febrero, Nathan y sus padres se trasladaron al estudio de los artistas franceses, mismo espacio donde durante más de 40 años han posado personalidades de la talla de Andy Warhol, Madonna (59), Karl Lagerfeld (84), Tom Ford (56) o Kylie Minogue (49), entre otros.
Pierre Commoy y Gilles Blanchard, conocidos como Pierre et Gilles, son dos reputados artistas franceses, pareja sentimental y artística. Realizan fotografías únicas y altamente estilizadas. Además construyen ellos mismos sus escenarios y vestuarios a mano y retocan sus fotografías con pintura. Sus trabajos incluyen imágenes de la historia del arte, la cultura popular y religión influidos por la cultura pop. El modus operandi de estos creativos incluye el montaje de complejas escenografías, ya que apenas trabajan la posproducción digital después de las tomas. Parte de su forma de trabajar incluye elaborados trabajos lumínicos y escénicos, retratando a los modelos rodeados de mandorlas florales que remiten muchas veces a obras religiosas del pasado o en escenarios idílicos e imaginarios. Posteriormente, trabajan las fotografías con pintura acrílica para retocar las imágenes y darles un original acabado. Sin duda, sus obras se pueden incluir dentro del movimiento kitsch expresado de manera consciente.
En octubre de 2016, Torito abandonaba su trabajo en el programa ¡Qué tiempo tan feliz! confesando, entre lágrimas, que lo hacía para cumplir uno de los sueños de su vida: ser padre. Con el humor que caracteriza al reportero, relató ante una ilusionada María Teresa Campos que pese a no saber cómo llamarlo en primera instancia "podría llamarlo 'Altagama' porque me ha costado como un coche de lujo".
Siempre celoso de su vida privada, el también colaborador de Telecinco declaró haberlo mantenido en secreto, entre otras cosas, porque en el proceso, la madre gestante, una mujer anónima del estado de California (Estados Unidos), perdió un primer bebé. "Cuando vino Ricky Martin (46) al programa y habló de sus hijos, yo después fui a su camerino y le di las gracias por hablar del tema con naturalidad. Después de eso, me llamaron y me dijeron que habíamos perdido el niño". En toda esta época de ilusión, esperanza y ahorro (confesó que dejó de ir a Telecinco en taxi para hacerlo en transporte público) siempre estuvo a su lado Raúl Jiménez, un sevillano con el que empezó una relación hace más de una década y con quien contrajo matrimonio hace seis años.
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