Imanol Arias (62 años) parecía David Ghandi posando. Pelo cano salpimentado perfecto, juvenil tupé, vaqueros, sesenta y dos años y casi mejor porte que cuando era un recién llegado al mundo del cine y se convirtió en actor fetiche de Almodóvar (68). La cita era en los Teatros del Canal donde celebra su regreso a los escenarios con La Vida a palos (Testamento), una obra que ensaya en estos escenarios y que le llevará de gira a lugares tan diversos como Bilbao, Montevideo y Argentina. La obra se podrá ver desde el 4 al 22 dentro de la programación de escenario Clece.
Había expectación, una rueda de prensa fue anulada supuestamente tras la publicación de la noticia de que había saldado sus problemas con Hacienda. No rehusó en esta ocasión a hablar del tema, reconoció que la vida, como en la obra le había dado palos, que "incluso he querido morirme, pero no quería morirme debiendo nada". Hubo risas generales cuando alguien confundió, pese a su siempre perfecta dicción, la palabra debiendo por bebiendo, él mismo lo aclaró.
"No quería decir que hubiera querido matarme bebiendo, sino que a veces te dan ganas de morirte, pero no quería hacerlo debiendo nada, como Sócrates, salvando las distancias, que cuando supo que iba a morir, antes de que lo ejecutaran quiso devolver la gallina. En cuanto a los palos recibidos, ya se me han olvidado. Yo a mis 62 años creo que tengo la ingenuidad suficiente para deshacer mis entuertos", explicaba.
"La vida te lleva por muchos derroteros, he sido un hombre con muchos éxitos pero también he pasado por épocas muy limpito (supongo que se refiere sin pasta). Y la vida está bien, son múltiples circunstancias, y algunas son agradables. No todos los palos son martinetes que te queman por dentro", ha explicado en la rueda de prensa.
Se echó de menos la presencia de su hijo Jon, coprotagonista de este ambicioso proyecto que le fue legado a Imanol por su amigo el fallecido periodista y escritor Pedro Atienza y que ha sido adaptado al teatro por José Manuel Mora y con la dirección y coreografía de Carlota Ferrer. "Le acaba de salir un proyecto de estos que, de lo bueno que es, no crees que pueda ocurrir, y se ha hecho realidad. No tenía por menos que aceptarlo, es una oferta audiovisual importantísima". La Ley de Murphy, el plantón -entre comillas- de su hijo no es definitivo. "Hay otras personas que podrán hacer este papel en el que la relación paterno filial está muy trabajada. Aún no sabremos los nombres. Igual mi hijo más adelante se incorpora. Si hay tres espadas, son los tres tan buenos que es probable que me convierta yo en el subalterno".
La obra está relacionada con el mundo gitano y el flamenco. José Manuel Mora ha hecho la dramaturgia a los textos de Atienza y ha conseguido no sólo invitar a conocer el mundo del flamenco y sus diferentes palos. El potencial dramático de esta obra es la relación padre e hijo, el reencuentro de ambos. Imanol estuvo casado en primeras nupcias con Pastora Vega (57), perteneciente a una dinastía muy flamenca y taurina. Son descendientes de Pastora Imperio. "Mis hijos tienen una puntita gitana, pero sé yo más de esta música que ellos. No escuchan flamenco, no tocan la guitarra. El mayor era miembro en una banda de rock and roll y el pequeño está con sus estudios".
Tuvimos oportunidad de preguntarle que va a ocurrir con un proyecto que tenía su hijo de hacer una serie vía internet en el que participaran tanto Pastora como él y sus dos hijos. "Tendrá que esperar un año al menos, y el pequeño tiene que ocuparse de las matemáticas, que es muy fácil que se le atraganten a cualquiera. Y también la física que es el martirio y el tormento que tienen todos los niños. Ahora el mayor estará volcado en ese proyecto del que no puedo dar detalles. No podía dejarlo pasar, yo le he aconsejado que lo acepte sin dudarlo. Es una oportunidad magnífica".
Imanol está casado en segundas nupcias con Irene Meritxell, con quien contrajo matrimonio en secreto en Madrid en una notaría a finales del pasado año. Días más tarde inscribieron su unión en el Registro Civil. Ante la pregunta sobre estos meses de casado respondió: "No me gusta hablar de mi vida privada, peros soy feliz, cuando uno hace lo que tiene que hacer lo es".
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