Cuando está a punto de cumplirse un año de la muerte de la cantante Nati Mistral, sus sobrinos -herederos universales- han querido hacer realidad uno de los sueños que tuvo la mítica artista en vida: vender algunos de sus vestidos con un fin benéfico.
Todo un homenaje póstumo que se ha convertido en realidad en la céntrica joyería madrileña Molina Cuevas, en pleno corazón de Serrano. Allí todo es Nati en cuanto se traspasa el umbral. Se viaja en el tiempo y en la historia artística de su musa.
Vestidos, abrigos, estolas, fulares, exquisitas vajillas, alfombras y joyas, muchas joyas. Toda la tienda engalanada y cada objeto con su correspondiente precio e impronta. Renglón aparte se merece la ingente cantidad de cuadros que Mistral pintó en vida y, también, para los que posó.
En Molina Cuevas están llenos de ilusión ante este legado y de agradecimiento hacia la familia por cederlo. "Por la tipología de nuestro negocio conocemos a gente del mundo del espectáculo y nos gusta colaborar. La iniciativa fue nuestra y los herederos de Nati, sus sobrinos, accedieron encantados", asegura el dueño, Jorge Molina. Matiza que no encontraron ninguna reticencia en la familia: "Por un lado, es un homenaje para nosotros porque quien compra algo es como que sigue la trayectoria de esa persona". Jorge recuerda con especial pundonor -mientras que en el local suena sutilmente una de las emblemáticas canciones de Mistral- cómo se vendieron los trajes de Marujita Díaz, a la que también rindieron tributo en ese local: "Fue algo muy bonito. De Nati todavía no se ha vendido gran cosa porque estamos en el primer día, pero sí nos han reservado varios coleccionistas esta mañana toda la colección inédita de mantones".
Los precios de los objetos son muy variables, desde lo más accesible hasta lo más caros, pero todo tiene su explicación: "Hay cosas un poco más caras incluso en vestuario porque en este caso -cosa que no había ocurrido nunca- tenemos firmas como Pertegaz, Christian Dior, Pedro Rodríguez. Hay trajes que los hemos rebajado por el hecho de ser benéfico, hay que ganar en agilidad". En el local son conocedores de que sus clientes potenciales son auténticos fetiches que no mirarán en exceso el dinero. Por eso, se pueden ver carteles con 50 euros y otros con 1.500. Lo más habituales, en los que cuelgan cantidad en torno a los 200 y 500 euros.
Nati era una apasionada de la pintura, así lo expresa Jorge: "Hay ocho o diez retratos de pintores, pero ella también se dejaba llevar por la inspiración. En su tiempo libre pintó, le gustaba mucho El Greco y Picasso. Siempre salía en las revistas con ellos detrás". Ibáñez ocupa un lugar privilegiado en la tienda; Nati fue una de sus grandes musas. Lo cierto es que no hay ni un solo lugar en el negocio que no lleve la impronta de la artista. "Parece su propia casa", comentaban los clientes. JALEOS comienza a comprobar cómo el local se llena hasta la bandera, y eso que era el primer día. Un solícito camarero comienza a servir bebida y jamón cuando llega el Padre Ángel (81) acompañado de la vidente Conchita Hurtado y unos amigos.
El fundador de Mensajeros de la Paz atiende a este medio: "La solidaridad la tenemos a flor de piel los españoles y que una persona como Nati, que ha hecho sonreír tanto, después de que se vaya sea capaz, con todas estas cosas, de hacer felices a los demás, es una gozada".
En el recorrido por la joyería, el sacerdote se acuerda de algunos de los objetos tras haberlos visto en sus películas: "Los que tenemos años nos acordamos. Siento que no viva mi madre, por ejemplo, porque recordaría estos objetos". Termina la conversación con este medio incidiendo en que España "es un país muy solidario", que "tiene más cosas buenas que malas". Y como ejemplo, este homenaje a Nati Mistral.
Nati, una vida 'demasiado sincera'
Nati falleció a los 88 años dejando una vida personal muy intensa. Era alguien que decía lo que pensaba, más bien políticamente incorrecta. Su sinceridad no pasaba inadvertida y en ocasiones provocó alguna que otra polémica, como cuando se declaró completamente antifeminista y aseguró en televisión que las feministas estaban "amariconando" a los hombres. Muchos fueron entonces los que cargaron contra la intérprete.
No ha sido, ni mucho menos, la única declaración controvertida de la artista. En una entrevista que concedió hace varios años aseguró que le gustaba mucho José Antonio Primo de Rivera. "Me parecía un ser excepcional", comentó. Por su parte, sobre Franco solía decir que era un hombre "que conocía bien a los españoles" y que desde que se fue nadie le había premiado, hasta que en 1997 recibió el Premio Nacional de Teatro. "Me sentía ninguneada, creía que aquí se me ignoraba", aseguró durante la entrega del galardón.
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