La madre de David Delfín: “Llevo en mi cuello una cruz con las cenizas de mi hijo para tenerlo cerca"
María, la madre del diseñador, atiende a JALEOS después de recibir en nombre de su hijo la Medalla de Oro de la ciudad de Marbella justo en el aniversario de su muerte.
2 junio, 2018 00:30Noticias relacionadas
María González no se separa ni a sol ni a sombra de una preciosa cruz plateada que pende de su cuello: "Mira dónde llevo a David -nos enseña una elegante cruz de plata-. Me han hecho esta cruz y dentro van sus cenizas. Es una manera de tener más cerca de mí a mi niño, que se me fue ahora hace un año", cuenta a JALEOS, con lágrimas en los ojos, la madre del diseñador David Delfín, fallecido a los 46 años y del que se celebra este fin de semana su primer aniversario.
David era el pequeño de los cuatro hijos de Antonio Domínguez y María González, que llegaron de Ronda para afincarse a la orilla del mar en Marbella. En este lugar dio David sus primeras puntadas con su madre, que era modista. Ella le enseñó a ser un auténtico sastrecillo valiente: "Mira qué bolso más bonito llevo. Me lo mandaron ayer de Madrid, es de su última colección y he querido llevarlo puesto en este homenaje tan especial que la ciudad de Marbella ha querido darle a mi niño con la Medalla de Oro de la ciudad".
En el bolso negro, adornado con una cruz roja, reza en alemán el eslogan Capital del arte. En una mano pende el bolso y en la otra María no suelta la cruz plateada mientras nos habla: "Mi pena es que han dado más medallas a otras personas de la ciudad, y estaban aquí todos vivos. David la ha recibido después de fallecer y eso me da mucha lástima". María se alegra de que su espíritu siga vivo en el corazón de la gente. "Aquí nunca le vamos a olvidar". Los vecinos de la calle Sol, donde vive la familia en pleno corazón del casco antiguo de Marbella, no quisieron perderse el homenaje al diseñador y todos arroparon a María y sus hijos en este homenaje.
Todos conocían a David desde los 3 años que empezaron a vivir en la ciudad costasoleña. Y Diego David era muy querido. Rosa, la hermana que cuidó a David, vestida con el ultimo diseño de Delfín. La hermana que cuidó de su hermano hasta su fallecimiento, hizo su especial homenaje vistiéndose con un traje de David de su última colección: "Mira los colores que a él le gustaban el blanco y el azul, es un clásico de su colección y estoy orgullosa de llevarlo hoy por él".
Rosa acompañaba el traje con un espectacular bolso también de su hermano con las letras Forever. Rosa contó a este medio que este domingo día 3 de junio, fecha en la que falleció David, comerá toda la familia junta: "Y después, los cuatro hermanos vamos a ir a un sitio que no te puedo decir, y en el que mi madre tampoco puede estar, para recordarle entre nosotros íntimamente. No habrá misa. Es algo mucho mas especial".
Marisa, Carmen y Rosa; todos recuerdan con este medio lo vivo que sigue aun el modista en sus almas. "Era desde chico un niño inquieto que desde siempre correteaba entre las faldas de su madre. Era su hijo pequeño y María siempre ha sentido devoción por él".
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Un luchador valiente
En el acto de entrega de la medalla de la ciudad se ponderó el carácter luchador de David Delfín y su generosidad paseando el nombre de Marbella por todo el mundo. "Uno nunca muere si no se le olvida y aquí estamos todos para recordarle", decía su hermano José. María González ha sido la encargada de recibir el premio. La madre del modista, era consolada por su compañero de silla, Sergio Scariolo (57), el seleccionador de baloncesto.
En muchos momentos de la entrega, la mujer no podía dejar de llorar y emocionarse. Pero María está ahora feliz de que el padecimiento de su hijo haya terminado pero no hay día que se levante de la cama y le eche de menos. Ella tuvo conocimiento de
su enfermedad dos años antes de que falleciera: "Vino a pasar la Navidad con nosotros y empezaron todas sus dolencias. Él siempre ha sido un chico muy sano. El fin de año de 2016, estando aquí en casa, fue a ducharse y empezó con unos dolores muy fuertes en la pierna derecha. El no sabía lo que era y nada más llegar a Madrid fue al médico y le informaron que padecía tres tumores en el cerebro".
Al poco tiempo de ese informe le operaron el 5 de abril y a partir de ahí empezó todo el calvario hasta el fallecimiento. Su enfermedad narrada en redes sociales. El mismo modista siempre se enfrentó de manera valiente a su enfermedad y no dudó en narrar el proceso de sus múltiples intervenciones en redes sociales desde la que nos tuvo informados de su padecimiento.
"Uno no se podía tocar por la zona en la que está, los médicos ahí no entran; otro estaba bien, se podía quitar sin riesgo de lesiones; y el tercero era complicado, pero operable. Era importante que yo estuviera despierto durante la intervención para ayudarles y decirles si todo iba bien", contaba un valeroso Delfín. El mismo creador de moda se encargó de colgar en Instagram mensajes como: "Tú y yo #mypuenteromano Paradise", acompañando la imagen de dos cisnes que fotografió en los jardines del resort.
Fue la misma semana a finales de junio de 2016, la misma en la que el modista rompió su silencio para difundir algo que solo algunos de sus más íntimos conocían: que llevaba desde enero luchando contra el cáncer. Las redes ese día se colapsaron recibiendo apoyos de sus más de 160.000 fans que siguen su cuenta de Instagram. Cada una de sus fotos acumulaba miles de likes y comentarios de apoyo: "La moda española te necesita más que nunca. Muchísima fuerza y cariño, qué envidiable positividad, como no podía ser de otra manera. Puedes con esto y más, lo sabes de sobra, eres enorme".
María pasó mucho tiempo con él durante la enfermedad. Siempre iba a arroparle a Madrid, al piso que el modista tenía en la zona del Palacio de Oriente. Ella misma nos contaba que "él no quería que le viese así. Mi niño sufría por mí. Angelito". Ahora, un año después, la tierna María aprieta con fuerza la medalla de oro que la ciudad le ha concedido y con la otra mano sigue sin soltar su cruz de plata donde están las cenizas de su hijo: ese zagal que se ponía el dedal y cosía con ella.
"Yo era modista, no de profesión oficial, pero hacía ropa por encargo, y él siempre estaba con su aguja y su dedal ahí ayudándome. Siempre le gustó". Su Diego David, el chico que lucía un dedal en el dedo como el mejor de sus anillos, el que le dio su madre y siempre brilla.
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