Shakira (41 años) y Gerard Piqué (31) ya no pueden negar que vayan a separarse. Su distancia es una realidad y comienza a fraguarse este fin de semana. Tras muchos rumores de crisis, de problemas personales de cada uno e incluso de infidelidad, la pareja va a tomar caminos diferentes, pero solo porque su agenda laboral así les obliga.
La cantante ha puesto rumbo a la ciudad alemana de Hamburgo donde concederá su primer concierto de su gira mundial. De esta manera, serán 1.800 kilómetros los que separarán a Shakira de Piqué, que por ahora permanece en Barcelona. Sin embargo, la distancia aumentará en solo unos días. Y es que a mediados de junio comienza el Mundial de Fútbol de Rusia donde la Selección Española luchará por la victoria, y entre sus convocados estará Piqué, a 2.800 kilómetros de distancia de su pareja, que en esos días dará dos conciertos en París.
Se trata de un momento agridulce para los dos por las continuas informaciones que hablan de crisis en su relación, pero sobre todo, estos últimos meses han sido los más duros para Shakira. La colombiana tiene varios frentes abiertos en su contra a los que debe hacer frente mientras muestra una sonrisa sobre el escenario al que lleva sin subirse desde hace casi un año.
Su último concierto fue el 6 de julio de 2017, en un evento solidario, y ya comenzaba la promoción de su próximo tour, El Dorado, que nunca llegó a producirse. La cantante llenaba sus redes sociales con el cartel de la gira y anunciaba constantemente la larga lista de ciudades de todos los rincones del planeta donde actuaría. Pero llegó el 7 de noviembre -su primer concierto estaba fechado para el día 12- y se vio obligada a cancelar su inicio. Primero suspendió uno, luego cuatro shows de golpe y finalmente la gira al completo.
Al principio parecía una simple afonía, pero todo empeoró cuando le diagnosticaron una hemorragia en las cuerdas vocales. Se trató de inmediato y aplazó su gira a enero de 2018, pero la enfermedad no mostró mejoras y al tener que plantearse una intervención quirúrgica la idea de volver tras las Navidades desapareció. Finalmente, Shakira decidió no operarse y seguir un tratamiento para recuperar la voz y mantener las cuerdas sanas. Ya sí es el momento de volver a los escenarios y su energía en los ensayos, los que no ha parado de mostrar en sus redes sociales, demuestran que regresa con las pilas cargadas.
Está feliz por volver a cantar, por los directos con la cercanía del público y porque así puede seguir llenando su cuenta corriente. Este último punto se convierte en algo relevante tras conocerse que Hacienda le interpuso una denuncia por presunto fraude fiscal en los ejercicios tributarios correspondientes al periodo de 2011 a 2014. El problema radica en que tenía fijada su residencia en Panamá, pero el equipo de Montoro mantiene que existen pruebas que la sitúan en Barcelona, concretamente sus continuas visitas a la peluquería o el gimnasio. Por lo que habría defraudado alrededor de 20 millones de euros.
No obstante, el pasado mes de febrero la cantante saldó la deuda, aportando la veintena de millones al fisco. Y es que los ingresos anuales de Shakira se calculan sobre los 45 millones de euros. Pero la investigación de Hacienda continúa, y ahora pone la lupa sobre Pies Descalzos, la fundación benéfica de la colombiana, a la que hace grandes donaciones de dinero continuamente.
Ha pasado de mostrar una imagen idílica, tanto como ídola de masas como de madre de familia junto a Piqué a, de la noche a la mañana, sufrir varios reveses que le han afectado de manera personal y profesional. Además de sus problemas con Hacienda, su delicada salud y los rumores de crisis con su pareja, Shakira también ha tenido que hacer frente un excesivo acoso por parte de un paparazzi que ya denunció. Supuestamente este fotógrafo perseguía a la colombiana y a sus hijos a diario, y el hecho de que los menores sufrieran tal presión fue lo que llevó a la cantante a personarse en comisaría.
Pero llegaba el mes de mayo y parecía que las aguas se calmaban, aunque las informaciones de crisis amorosa han seguido y además con rumores de infidelidad por parte de Piqué con su exnovia Nuria Tomas. Ellos han acallado las habladurías en varias ocasiones mostrando fotografías en familia y felices. Ahora llega el momento más deseado por Shakira, en el que pone tierra de por medio a la mala suerte y cantando a la esperanza a ritmo de danza del vientre.
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