26 velas se erigen sobre la tarta de cumpleaños de Álex Lequio García. Este sábado 23 de junio es un día especial (y diferente) no solo para el protagonista sino también para sus progenitores, Ana García Obregón (63) y Alessandro Lequio (58) quienes siempre han sentido absoluta debilidad por su primer hijo en común.
Pocos quizá lo recuerden, pero cuando Ana Obregón escribió y protagonizó la serie más efímera de la televisión, Ellas y el sexo débil, su personaje principal, interpretado por ella misma, representaba a la primera presidenta del Gobierno de España y las actas presidenciales que escribía de su puño y letra recogían que su legislatura comenzaba un 23 de junio.
El hombre más importante de la vida de Ana llegaba en 1992 fruto de su pasional relación con un conde, presentado en la jet set española como el sobrino nieto del entonces rey Juan Carlos de Borbón (80). Lequio es hijo de Sandra Torlonia de Borbón, nieto de la infanta Beatriz y bisnieto de lo reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de España, lo que convierte al italiano en miembro directo de la familia real. La sangre azul corre por las venas del pequeño Álex, un recurso que Ana no ha dudado en utilizar siempre que ha encontrado oportunidad pública de hacerlo.
Espontáneo, simpático y famoso antes de nacer, Álex ha convivido desde bien pequeño con la presencia de los paparazzi encima de sí. En una época en la que la ley del menor no era tan severa, hubo ciertos momentos en que las agencias preguntaban a Obregón, a su paso por cualquier calle de Madrid, y la reacción de su hijo, en natural defensa de la presión suscitada, era morder los micrófonos de los reporteros.
Con una adolescencia nada escandalosa, centrado en sus estudios, el deporte y con los ojos puestos en Estados Unidos, el joven confesó a través de una canción compuesta por él mismo que rechazó 80.000 euros de la revista '¡HOLA!' por una entrevista en exclusiva en la que se recogiese su presentación en sociedad al cumplir sus 18 años.
Respetada su decisión, Ana y Alessandro mostraban orgullosos, oficialmente, a su hijo cuando Álex partía a Carolina del Norte. Allí se matriculó en la prestigiosa Universidad de Duke y estudió dos carreras: Filosofía y Ciencias Políticas. Entre idas y venidas conocíamos a su primer amor, Andrea Guasch (27), una valenciana a la que el propio Álex se refirió tras su ruptura como "una chica genial. He apreciado mucho su compañía".
Hace algo más de cuatro años, el joven junto fundó una empresa de marketing digital junto a unos socios. Polar Marketing, compañía a la que Álex mima y cuida incluso ahora en la distancia. En los últimos meses, la vida del empresario y de forma colateral también la de su familia, ha dado un giro de 180 grados. Unas fotografías suyas entrando Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, uno de los centros clínicos más prestigiosos del mundo en el tratamiento de esta enfermedad, hacían saltar todas las alarmas.
Desde aquel momento, ni su madre, ni su novia, Francisca González (24), se han separado de él. La actriz ha cancelado toda su agenda laboral y ha rehusado la invitación a acudir al estreno de la segunda temporada de Paquita Salas, serie de Netflix en la que interpreta un hilarante papel. A la contra, Alessandro, ha estado yendo y viniendo de Nueva York a Madrid en los tres últimos meses, pues en España tiene a su pareja, María Palacios (41), a su pequeña hija Ginevra Ena, y compromisos profesionales a los que responder como su colaboración en El Programa de Ana Rosa y en última instancia su fichaje como comentarista deportivo en Ahora, la Mundial.
Los Lequio y García Obregón han cerrado filas en torno a su hijo, han bloqueado al público sus redes sociales no sin antes dejar un mensaje claro, y es que según Alessandro "la familia es lo primero, es lo más importante...". Si bien es cierto, a tenor de las últimas informaciones se respira cierta tranquilidad en su círculo más íntimo, pues según Jesús Mariñas (75) "está respondiendo bien al tratamiento" (aunque no se especifica cuál es esa cura). Pese a la distancia y un océano de por medio, Álex no deja de mostrar interés por el funcionamiento de su empresa y no deja de tener contacto con sus socios constantemente.
Polar Marketing sigue adelante y Álex hace lo propio, pues tal y como él mismo firmaba en uno de sus raps más conocidos, Es mi vida "dejar las cosas a medio hacer, sorry, no me va, por eso no pararé hasta brillar como una luciérnaga. [...] Del trazo de esta pluma al calor de un puño. Siempre leal a un 23 de junio".
[Más información: Álex Lequio y Ana Obregón, 'mudanza' en la Gran Manzana para continuar con el tratamiento]