"Maravilloso, men". Ese es el mensaje de WhatsApp que ha recibido el jefe de prensa de la gira de Hombres G de parte del road manager que está acompañando al grupo en su periplo americano. En el momento en el que este medio se pone en contacto con él son las cinco de la mañana en Nueva York y Montejo tiene claro lo que estarán haciendo los miembros de la banda en este instante a 8.000 kilómetros de España: "O están cenando o celebrándolo con una buenas cervezas". No es para menos. El mítico grupo español acaba de cerrar su gira por Estados Unidos con un concierto en el Radio City Hall Music de la Gran Manzana en el que han colgado el cartel de sold out -no hay entradas-.
Y esa ha sido su tónica general en su gira estadounidense. Desde que volaron a Latinoamérica el pasado mes de octubre sus éxitos no han cesado. En México y Centroamérica su cálida acogida es de sobra conocida desde hace décadas, al igual que el nombre de Hombres G es coreado por millones de fans de EEUU desde otro tanto tiempo. Pero lo de este verano confirma un nuevo hito en su historia. Los templos de la música más respetados de Las Vegas, Los Ángeles, Texas y Nueva York se han rendido a sus pies.
La idea que siempre ha perseguido a Hombres G sobre que su música tiene un público pijo ya no vale. El heterogéneo continente americano ha hablado y su excéntrico y humilde, cosmopolita y rústico, moderno y clásico, hippie y frívolo público ha cantado al unísono y en español todas las canciones de la banda de David Summers. Ningún cantante de España había subido al escenario del Hollywood Bowl, un lugar que pisaron The Beatles, The Rolling Stones o Pink Floyd, hasta que Hombres G llegó este mes de junio y vendió todas las entradas.
La banda española comparte gira con Enanitos Verdes, un grupo argentino al que les une una gran amistad y las musas que ambos encuentran en "el amor y los bares". Se han presentado ante los estadounidense muy juntos y revueltos, tal y como define bien el nombre de su tour Huevos Revueltos, un menú que ha cautivado a esa gran América que se ha retorcido en bailes y alegrías y no "en polvos pica pica".
"Se podría decir que están viviendo de nuevo su época dorada", comenta su portavoz a este medio. El apabullante éxito logrado en Estados Unidos consagra otro hito en el currículum de Hombres G que se une a los diez millones de discos vendidos, al merecido premio Bellas Artes logrado en 2017 o el Grammy en 2005.
En los años 80 todas las españolas suspiraban por ser esa chica que David Summers pedía que le devolviera ese "niño pijo con un Ford Fiesta blanco y un jersey amarillo". Ahora, casi cuatro décadas después, Norteamérica canta a gritos en español -por mucho que le pese a Donald Trump- y llena los míticos lugares de culto musical que antes solo eran capaces de hacer estallar leyendas anglosajonas, para ver y vibrar con iconos hispanos que tienen mucho que decir.
El Hollywood Bowl de Los Ángeles, en pie desde el año 1922, o el Radio City Hall de Nueva York, inaugurado en 1932, han sido testigos de lo que Hombres G lleva 40 años haciendo, y del porqué siguen aún haciéndolo. Cientos de miles de estadounidenses han disfrutado de la banda española esta primavera, han conseguido que bata records para la música nacional, pero el verano es nuestro. El grupo aterriza en Madrid en breve y se pondrá en marcha para deleitar a sus compatriotas con tres citas consecutivas en la Ciudad de la raqueta. Y no intente buscar entradas, porque una vez más se encontrará con el cartel que ha acompañado a Hombres G estos meses: "No hay localidades".