A sus 36 años, Leticia Dolera (36 años)se ha convertido en uno de los rostros del feminismo español, "feminista radical", como ella misma se define. Algo en lo que volvió a incidir este domingo en su visita a Chester en Cuatro.
"Todos y todas somos hijos del machismo porque estamos educadas y socializadas en un sistema que se llama patriarcado que educa en la desigualdad desde que somos pequeños. ¿Cómo puede ser que sólo el 7,5% de los personajes que se estudian sean mujeres?", comentaba.
"Esto es importante porque en esa etapa de tu vida estás forjando tu autoestima, tu forma de ver el mundo. Si te enseñan que las mujeres no han sido relevantes, sino secundarias, nos están marcando una serie de objetivos y limitaciones", añadía la actriz, que comentó que había sido "muy machista" durante su vida.
Dolera estudió canto, baile e interpretación antes de debutar como actriz en televisión interpretando el personaje de Ángela Illera en la serie Al Salir De Clase. La fama alcanzada por la catalana en la emisión televisiva fue su pasaporte para el cine. Tras varias películas delante de las cámaras, debutó como directora con Requisitos Para Ser Una Persona Normal.
"Está claro que cumplir un patrón de mujer blanca, delgada y todavía en edad de procrear me da más posibilidades de trabajar, de que me inviten a un Chester y de que me saquen en un periódico. Lo voy a tener mucho más fácil que una mujer negra, gitana, 'trans'... Pero solo porque cumplo el patrón hetero-normativo siendo mujer. En los hombres, la madurez es atractiva. En las mujeres, no. Es una vieja. Y eso es violencia machista. Se nos invisibiliza, se nos carga de culpa", comentaba.
"Una de las raíces del sistema que tenemos que cambiar es que las mujeres seamos objetos y no sujeto. Mira la Vuelta Ciclista a España. Son mujeres que son un complemente del premio. El héroe es el ciclista. La azafata sube a darle un beso. Simbólicamente es machista", explicaba.
Desde su altavoz mediático, Leticia ha dado voz a la situación que atraviesan las mujeres explicando su experiencia personal. "Claro que me han metido mano volviendo a casa. Y encima sintiendo vergüenza porque al gritar pensaba que la gente diría que estoy loca. La cultura de la violación culpabiliza a las víctimas; estigmatiza a las víctimas. La vergüenza para nosotras. No. Basta ya de eso, ¿no?".
"Tengo derecho a vestirme como yo quiera porque me visto para mi, no para incitar la sexualidad de nadie. Tú no tienes el derecho a calificarme de nada en relación a mi sexualidad porque mi sexualidad me pertenece. Cuando la quieres vivir en libertad y gozarla eres una puta, una zorra o una guarra. Y si te adueñas de ella para decir que no, eres una puritana o una mojigata".
"Todo el imaginario patriarcal me ha enseñado que las mujeres que disfrutan de su sexualidad sin pudor y delante de los demás 'son un poco zorras', mientras que ellos son machotes (...) El patriarcado te dice que bailes, pero no como una puta", zanjaba.
"A base de informar y de educar estamos consiguiendo poco a poco que ser machista deje de ser lo políticamente correcto. Hasta antes de ayer lo políticamente correcto era ser machista. Ser machista genera mucha violencia y mucho dolor".
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