Este martes Fabiola Martínez (45 años), la mujer de Bertín Osborne (63), y el chef Pepe Rodríguez (50) han presentado, con el mandil de rigor puesto, la nueva carta de panes de Granier, la marca líder en panaderías. Al filo de las once y media de la mañana aparecía una Fabiola muy bronceada, recién salida de la peluquería, con un vestido color nude -muy a tono con el tostado del pan- y una amplia sonrisa.
La venezolana ya huele a vacaciones, tiene un pie en su finca de Sevilla -donde se reúne toda su familia junto con la de su marido- y acaba de estrenar un nuevo trabajo del que se siente muy orgullosa y que compagina con su fundación.
Un puesto de trabajo en una inmobiliaria lejos de la 'influencia' de su marido; no le gustan las etiquetas de 'mujer de' y reivindica que ella lleva toda la vida labrándose una vida independiente. "Me levanto todos los días a las siete", se solivianta. Tan solo se le muda el rostro cuando aborda con JALEOS dos temas muy concretos: la enfermedad de su hijo Kike -el cual seguramente será operado próximamente- y los ataques de gota de su marido Bertín. Hace un tiempo el presentador dio un giro de 180 grados a su alimentación y las verduras ocupan gran parte de su tabla de comidas diarias. Aun así, ahora estaría 'pagando' las consecuencias de una vida menos ordenada en cuanto a la alimentación. De esto, y de mucho más, ha hablado Fabiola con este digital.
La vemos rodeada de panes, ¿es muy de cocina?
Me encantan los sabores diferentes, no se me da mal la cocina. Lo cierto es que no soy de recetas medidas, me dejo llevar. Me encantan los guisos y los platos de cuchara como las lentejas.
En casa la vitrocerámica la enciende usted, ¿no?
Sí, la enciendo yo. (Se ríe)
¿Sus hijos son de buen comer?
Son buenos niños. A veces hay que camuflarles la comida, sobre todo la verdura. Como a Bertín. Ahora él es muy de verdura, se cuida más.
Entrena mucho
Sí, se cuida mucho y entrena. Sobre todo, se priva mucho de las grasas, aunque sigue siendo de buen comer. Últimamente le dan ataques de gota con frecuencia y está trabajando el quitarse las carnes rojas. No debe abusar.
¿Cómo es la relación con las hijas de su marido?
Nos llevamos muy bien, nunca nos hemos llevado mal. De hecho, cuando vivía Sandra -la primera mujer del cantante- me invitaban a Jérez y éramos una familia unida. Obviamente que tu padre te presente a su novia es una imposición. Pero nuestra relación ha ido fluyendo con el tiempo.
¿Y sus padres cómo se llevan con Osborne?
De maravilla. Mi padre se lleva muy bien con Bertín. De hecho, hacen planes ellos solos y se olvidan de mí. Tengo asumido que he perdido a mis padres, son más de Bertín. (Se ríe)
¿Qué planes hay para las vacaciones?
De momento, irnos a Sevilla una temporada. Vendrán las hijas de Bertín con sus hijos. La liamos cuando nos juntamos todos. Ellas cocinan muy bien, sobre todo Eugenia con los postres. Los Fin de Año las cenas las preparamos nosotras y siempre hay jaleo con música.
¿Qué proyectos tiene en estos momentos?
Ahora mismo mis proyectos pasan, sobre todo, por la Fundación. Pero, además de esto, trabajo desde hace unos meses, desde inicio de año, en una empresa, en una inmobiliaria. Ejerzo de relaciones públicas, organizando eventos y cosas comerciales. Estoy encantada porque organizo igual que en la Fundación y para mí son cosas simultáneas. Me da vidilla eso.
No para quieta
No soy persona de no hacer nada, necesito sentirme útil. Tener mis cosas, mis responsabilidades. Igual que Bertín tiene sus cosas. Hay veces que me da rabia cuando la gente prejuzga, sobre todo en las redes sociales. Opinan desde el desconocimiento, porque cuando leo comentarios tipo que soy una mantenida, digo: ''Pero qué sabrán, mi despertador suena a las 7 de la mañana' Y no me estoy tirando el rollo.
¿Cómo está Kike? Ha dicho que lo mismo deben operarlo
Hay posibilidades de que le tengamos que operar. Crece mucho, los huesos crecen pero la musculatura no le acompaña y hay que ayudarle. Tengo que organizarme, porque tengo también a Carlos y, sin perjudicar a Kike, tengo que buscar ese momento adecuado. Ellos se llevan muy bien, casi no se separan, hay veces que me enternece.
¿Por qué?
Hace poco hicimos una prueba médica a Kike que duró 48 horas. Un electroencefalograma y, como le pegaron los electrodos en la cabeza, para retirarlos le molestaba. Kike se quejaba, no se dejaba, le daba manotazos al chico que se los estaba quitando y Carlos le dijo entonces: 'Kike, no pasa nada. quédate quieto que va a ser más rápido' Y, como si le hablara Dios, de repente se calmó y aguantó el tirón. Esas cosas, cuando yo las veo, digo: no lo hemos hecho tan mal.
¿Le gustaría participar en MasterChef?
Sí, por qué no. Sería un reto importante. Ahora, eso sí: si participas es para hacerlo bien e ir a por todas. Me encantaría, aunque me da mucho respeto.
Para terminar, ¿Bertín está grabando?
Se está grabando nueva temporada. Ahora se está fomentando hacerlo en casa de los invitados, no en la nuestra. Yo no me entero de las grabaciones en las que no participo. Bertín está en Sevilla en estos momentos. Nosotros no hablamos de esas cosas en casa.
No hablan de trabajo en casa, ¿no?
No, antes cuando yo trabajaba en su empresa teníamos muchos piques porque él quería imponerme cosas. Eso se acabó.
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