La belleza vende. Y también incluye un mensaje. Si Ángela Ponce (23 años) gana este viernes el certamen de Miss Universe Spain 2018, que le permitiría representar a España en Miss Universo, se convertiría en la primera mujer transgénero en lograrlo. Por ello, la modelo tiene muy clara cuál sería su misión: "llevaría un mensaje de inclusión, tolerancia, respeto y de amor por uno mismo y por los demás.
Sería la bandera de la humanidad entera", sonríe abiertamente. Junto a ella, 20 chicas entre los 17 y los 26 años, se preparan desde hace cuatro días en el Village Pierre & Vacances Bonavista de Bonmont en Mont-Roig del Camp (Tarragona) para la gran ceremonia.Ángela terminó su cambio completo de sexo hace cuatro años. Actualmente tiene 23 y luce espléndida, más allá de sus medidas perfectas, 90-61-90, ya que le gusta potenciar el lema del certamen: 'Somos más de lo que ves'.
¿Se siente a gusto consigo misma?
Totalmente. No me cambiaría por nadie. Mi físico y la parte psicológica me lo he trabajado mucho. Y estoy feliz del apoyo que recibo en redes sociales desde México, Colombia, Venezuela, que son referentes en los certámenes de belleza.
A nivel psicológico tiene que ser usted muy fuerte.
Tienes que serlo el triple. Si gano, me voy a encontrar con personas que les parezca genial y a otros que no les parezca nada bien. Para eso estoy aquí. Para llegar y darle una lección al mundo porque en muchos países las personas transgénero salen en la tele como un mono de feria o no se le dan oportunidades. ¿Y por qué?. Yo no soy hombre queriendo ser una mujer. Soy una mujer, pero soy una mujer trans. No voy a pretender ser una mujer 'cis' porque no lo soy y no lo seré en la vida. Por eso es importante que esté aquí o quien quiera dar esa visibilidad. Yo no tuve referentes.
¿Sentirse de un género determinado es una cuestión mental?
Es estar en equilibrio en el interior y exterior. Dentro de ser mujer hay un abanico muy diverso de tipos al igual que dentro de la transexualidad. Hay personas que necesitan operarse y otras que no. El término de cuerpo equivocado a mucha gente le ofende. Lo que hay que entender es que hay hombres con vagina y mujeres con pene. Y a mí, mi sexo no me hace ser mujer. Lo que me hace serlo es que yo te diga a ti que soy una mujer. No lo has de poner en duda. Hay transexuales que no necesitan operarse. Pero yo lo estoy.
¿A qué edad pensó: "estoy en el cuerpo equivocado"?
Te puedo decir cuándo descubrí que existía la palabra transgénero y que yo era eso. Sentí que nací siendo una mujer y empecé a ser consciente a los tres o cuatro años porque la personalidad empieza a desarrollarse a esa edad. Me di cuenta de la palabra transgénero con nueve o diez años porque lo vi en la tele, pero yo ya era la niña de mi madre. Y le dije: "Esa mujer es como yo". Y ahí supe que era mujer. Supe ponerle nombre. No se debería etiquetar a la gente, pero me molesta que digan que soy un mujer trans.
¿Ha sufrido mucho?
Sí. Llegó un momento en la vida en que ya no podía cambiar nada, el tiempo jugaba en contra, luchaba conmigo misma... Pero mi familia siempre quiso que fuera feliz. Mis padres acompañaban a mi hermano al atletismo, a mi hermana se le facilita de todo para que estudie una carrera y si yo quería una muñeca o unos pendientes, me decían: "mi vida, ¿cuáles quieres?".
¿Qué tal le fue en el colegio?
Entiendo que se metieran conmigo porque nunca nos hablaron de la diversidad. Son niños. Si eres diferente, se ríen de ti.
Y ahora viene el quid de la cuestión: ¿baño de niños o de niñas?
Los niños y las niñas lo pasan muy mal. Se está luchando en España para que los menores transgénero puedan cambiar su nombre en el DNI y terminar de una vez con las campañas de bullying y de discriminación. Necesitan su identidad y llamarles por el nombre que les corresponde. La ley debería utilizarse para facilitar la vida a las personas.
¿Cree que el fenómeno social de Caitlyn Jenner ('ex papá Kardashian') ayudó más que perjudicó?
Sí, porque una persona con tanta repercusión nos beneficia a todos. El mundo del deporte es complicado porque si eres una persona trans y estás en tratamiento no puedes competir ni con los chicos ni con las chicas. Más vale tarde que nunca y que sea feliz.
Sé que te gustaría ser madre, ¿cómo le explicarías a tus hijos todo este tema?
No hay que explicar nada. Es algo natural. Haría como mi madre, que me decía las cosas con espontaneidad y a mi pareja me encantaría enseñarle mis álbumes de fotos porque era un 'pincelito' (risas).
¿Qué le gustaría hacer a nivel profesional?
Me gustaría seguir creciendo como modelo, presentar en televisión, hacer cine... pero lo que realmente me llena es trabajar en fundaciones y sacar mi parte solidaria que la tengo muy desarrollada. Daría todo mi apoyo a la 'Fundación Daniela', que apoya a niños y niñas que sufren la discriminación por ser transgéneros.
Pues a ver si gana...
Me enriquecería a nivel personal pensar saber que he formado parte de un cambio tan grande en el mundo.