Lucía Rivera (19 años) se está convirtiendo en una de las modelos más codiciadas por las marcas y más relevantes. Con sus más de 60 mil seguidores y viendo el contenido que publica en Instagram muchos podrían pensar que es ya toda una influencer, pero lo cierto es que ella no se refleja en absoluto con esta palabra.
O al menos eso es lo que aseguró ella misma durante la presentación de la nueva versión eléctrica de Critröen de la que es madrina, : "Yo no soy influencer, soy una modelo conocida pero no soy influencer". A la joven no le gusta nada esa etiqueta y por eso quiso recalcar que, aunque se junte con muchas influencers e instagramers, ella no forma parte de esa profesión: "Sí, soy amiga de mil influencers y las sigo y copio sus looks pero no me considero una influencer. Soy modelo no influencer".
Pero pese a los intentos de Lucía porque no se le encasille como influencer, lo cierto es que cuenta con un ejército de seguidores que observan lo que hace la joven, la copian los looks y la tienen como una inspiración. De ahí que Lucía reciba mensajes de ciertas personas que la acusan de tener anorexia o de promover trastornos alimenticios a las niñas o jóvenes que la siguen y la toman como ejemplo en redes.
Este es un tema del que Lucía ya habló en otra ocasión y con el que declaró que ella tiene la suerte de contar con un metabolismo rápido y tener una constitución delgada, al igual que su madre, pero aseguró que eso no significa que ella padezca anorexia o que tenga intenciones de promoverla.
Lucía habló acerca de su alimentación revelando: "Yo me doy mis caprichos y no me privo (...) Me gustaría explicar que la gente no tiene que dejar de comer para adelgazar. Dejar de comer es muy triste. Comer es importante y tener una buena alimentación sobre todo".
El exceso de críticas en torno a este tema han provocado que la joven estalle. Anoche publicó una serie de stories en Instagram en los que decía: "Estoy un poco cansada. Creo que todos los trabajos requieren un sacrificio y nosotras tenemos que estar delgadas y en forma. Eso no significa que no comamos. Esto no da pie a que haya faltas de respeto mezcladas con problemas de salud fuertes". La joven finalizó el comunicado pidiendo respeto en mayúsculas.
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