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    Las excelentes vistas de la villa que se avistan desde la piscina exterior.

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    Una de las salas de estancia de la mansión.

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    Pequeño cuarto de color verde lima con lo imprescindible para desconectar.

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    El comedor sigue la misma estela blanca de la villa aunque con los toques vivos del verde.

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    Las vistas del resto de la isla con la unión de tierra y mar son espectaculares.

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    Uno de los modernos baños de la lujosa villa.

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    Una de las coquetas salidas al exterior mediante una pequeña puerta amarilla.

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    Existe la posibilidad de pisar tierra empedrada para gozar de una visión sin igual.

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    La piscina da a un acantilado.

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    Posee una barbacoa de piedra para disfrutar de los manjares griegos.

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    El blanco es el color que lucen de forma unánime las casitas de Santorini.

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    Cada estancia destaca por iluminarse con los tonos amarillo o verde flúor.

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    Todas las habitaciones tienen cama extragrande, ideal para dos personas.

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    El marrón terracota y el azul del mar hacen que resalten con mayor poder los colores blancos y amarillos de la villa.