Julio Iglesias (74 años) tiene ante sí la oportunidad de enmendar una de las polémicas más importantes que se han generado alrededor de su figura como padre. El cantante se encuentra en territorio nacional disfrutando de la temporada estival, una situación favorecedora para enfrentarse a la demanda y a la prueba de paternidad a petición de Javier Sánchez Santos, el valenciano que traslado el conflicto a la vía judicial española el pasado mes de junio. Pero, según confirman a JALEOS el abogado demandante, Fernando Osuna, y su madre, Edite Santos, el caso ha introducido nuevos protagonistas.
Los hijos del intérprete serán llamados a finales de agosto para que estén presentes en la vista judicial donde se deberían llevar a cabo las pruebas de paternidad. Quedan diez días para que llegue la última semana del mes, la que será decisiva en este caso.
"Vamos a pedir que estén los hijos para dejar constancia de que no tenemos miedo a las pruebas de paternidad. Si Julio no se presenta, Javier podría recibir los apellidos automáticamente pero si vienen los hijos se les tendrá que hacer las pruebas a ellos en sustitución", explica Edite con la voz segura.
Cuenta que esta es la forma de demostrar que no temen a las pruebas porque "él es su padre y no hay mentira que valga". "Pediremos la presencia de Enrique (43), de Julio José (45) o de cualquier hijo reconocido", afirma.
La última semana de agosto será determinante para Javier Sánchez, el hombre que lucha por el reconocimiento familiar. Ahora lo hará recurriendo a sus hermanos, con los que ya ha tenido trato en más de una ocasión. "Cuando me he cruzado con Julio José y Enrique en Miami y en Los Ángeles, me han tratado con total amabilidad. De hecho, un día Julio estaba con unos amigos y me presentó como su hermano", contaba para las cámaras del documental Lazos de Sangre.
Tras muchas batallas judiciales con el intérprete madrileño y con respecto a las inminentes pruebas de paternidad, Fernando Osuna tiene claro qué es lo que pasará. "Él no va a querer hacerlo y eso le va a descalificar, perderá puntos de cara al pleito.
El letrado asegura haber hablado en más de una ocasión con el abogado de la otra parte, diálogos que nunca llegaron a buen puerto. "Mantuvimos dos conversaciones en menos de siete días, nosotros pedíamos que se le reconociera pero al no acceder decidimos demandar", explica. Osuna hace referencia a septiembre del año pasado cuando presentaron en Valencia la demanda de paternidad contra Julio Iglesias en la que aportaban una concluyente prueba de ADN.
Aquella prueba la consiguieron gracias a un detective privado quien siguió durante un día al varón mayor de los Iglesias-Preysler, hasta que en la playa recogió una botella de agua de la que había bebido el cantante y se utilizó en la demanda. El resultado salió positivo. "Tenemos esas pruebas que nos dan cierta credibilidad y con ello muchas posibilidades de ganar y muy pocas en contra", explica el abogado.
"Ya me ha hecho mucho daño, quiero que se haga cargo porque él sabe que es su hijo", sentencia la matriarca. La lucha de Javier Sánchez y Edite Santos se ha alargado durante veinte años. Ahora que Julio Iglesias está en su domicilio de Ojén, y no en su casa de Miami, es el momento idóneo para que los procesos se desarrollen.
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