Rocío Crusset (23 años) está afincada en Nueva York desde principios de año debido a su trabajo de modelo. La hija de Carlos Herrera (60) y Mariló Montero (52) vive a 8.000 kilómetros de sus padres lo que hace que a menudo eche de menos a sus familiares al otro lado del charco.
No obstante, tal y como expresó en una entrevista televisada, al mismo tiempo que disfruta de las visitas de sus familiares en Nueva York tampoco es partidaria de ello porque "luego sufre muchísimo cuando se van". Algo que seguro le va a tocar experimentar en los próximos días, y es que su padre ha volado hasta la Gran Manzana para estar al lado de su hija.
Carlos Herrera ha sido el protagonista de una de las fotografías que ha publicado Rocío en su InstaStories. Con la localización activa en "New York, New York" y decenas de pequeños corazones al lado de un gran corazón rojo, la modelo ha dedicado su instantánea más especial a "su cita de esta noche", tal y como ella misma escribía sobre la imagen.
Crusset vive en Nueva York en un piso en el barrio de Chelsea junto a una amiga que ejerce el mismo trabajo que ella en el mundo de la moda. La joven lleva instalada en Estados Unidos desde los 17 años y es totalmente consciente de lo cara que es la vida en Manhattan pues su alquiler mensual del apartamento ronda los 4.000 euros.
Tras unas semanas en España y disfrutando de la costa andaluza, la modelo ha vuelto a pisar suelo americano para centrarse en su carrera en esta vuelta al cole. Y qué mejor forma de coger energías para el nuevo curso que con la visita del hombre de su vida.
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