Se avecinan tormentas en el núcleo duro de la Generalitat Valenciana. Y no por decisiones de índole política sino porque su presidente, Ximo Puig (59 años), se ha visto envuelto en un entramado amoroso que afecta fundamentalmente a su esposa. 

Según la información a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL a través de fuentes cercanas al gobierno de Valencia, Amparo Panadero (58), mujer del presidente de la Comunidad de Valencia, está estudiando la posibilidad de emprender acciones legales ante la "infidelidad" de su marido. 

Ximo Puig y Gabriela Bravo.

Puig mantiene desde hace varios meses una relación sentimental con su consellera de Justicia Gabriela Bravo (55). Todo un "secreto a voces" a raíz del cual su esposa y madre de sus dos hijos instó a abandonar el hogar conyugal el pasado mes de junio. Pero, ¿se trata del primer escándalo de alcoba dentro del Palacio de Fuentehermosa?

Efectivamente no lo es. En el año 2014, el gobierno de la Comunidad Valenciana se veía obligado a confirmar que su entonces presidente, Alberto Fabra (54), había firmado sus documentos de divorcio con Cristina Fortanet, la que fuera su esposa durante más de dos décadas. Llegados a la consecuencia, había que buscar las causas. ¿Había una tercera persona dentro del matrimonio? A priori, hubo quien a aquel estallido lo bautizó con nombre de mujer.

Alberto Fabra y su expareja, Cristina Fortanet.

¿Su identidad? Esther Pastor Tomás (44), entonces secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Presidencia de la Generalitat Valenciana. El goteo de informaciones no cesaba. Fue en ese instante cuando el cuarto afectado de esta compleja ecuación emocional, Camilo Sebastiá, diez años casado con Pastor, dio un paso al frente y declaro: "Mi mujer y yo confiamos mutuamente él uno en el otro y estamos muy enamorados. Llevamos muchos años casados y hemos aguantado la distancia de muchos kilómetros, porque sabíamos que era algo temporal y teníamos claro que volveríamos a estar juntos. O ella iba conmigo a Hong Kong o yo venía a España". 

Aquella presunta historia de amor furtivo quedó en un cajón cuando hizo su aparición estelar la verdadera mujer en quien Fabra posó sus ojos: Silvia Jato (47). La que fuera presentadora estrella de Antena3 y actual sustituta de María Casado (40) en Las Mañanas de La1 de Televisión Española se convirtió en una primera dama tardía, pues entonces el president estaría a punto de ser destituido de su cargo electo. 

Silvia Jato y Alberto Fabra se conocieron a principios de 2015 en el aniversario de un importante periódico de tirada nacional. Entre ellos saltó una discreta chispa que decidieron no se apagase. Fue en la 25ª Edición de la Rompida de la Hora -fiesta anual que organiza la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario de L'Alcora (Castellón) en Semana Santa- cuando la pareja se dejaba fotografiar junta por primera vez. En aquel entonces nadie sospechaba nada pero hubo una conexión especial entre ellos que despertó el comentario entre los presentes. 

Silvia Jato y el expresidente Alberto Fabra. laplanaaldia.com

Silvia Jato llegaba herida de muerte de dos anteriores e importantes relaciones. La primera, con el padre de sus tres hijos, el aviador Eduardo San Román, con quien se casó en 1998 y del que se separó en 2012. Algo más de un año después, Jato encontraba su razón de amor en brazos de Enrique López, exjuez del Tribunal Constitucional.

Un idilio breve de apenas seis meses y que el magistrado supo reemplazar pronto. López encontraría enseguida a otra mujer a la que amar, la multimillonaria Belén García Prieto, presidenta de un importante conglomerado inmobiliario de lujo. 

Silvia Jato y su exmarido, Eduardo San Román. Gtres

Concluida esta relación, Jato volvía a sonreír junto al que fuera alcalde de Castellón durante seis años y presidente del Partido Popular de Valencia hasta 2015, momento en que dejó de ser también presidente de la Comunidad tras su fracaso electoral. En estos días, Silvia y Alberto viven una vida tranquila aunque no demasiado apartados del foco mediático.

La presentadora no ha gozado de vacaciones este verano, pues sustituye a María Casado al frente de Las Mañanas del ente público. Puede que a partir del próximo lunes, momento en que Casado vuelva a coger el timón del renovado formato de la cadena, sea su oportunidad para desconectar junto a Alberto Fabra, expresidente de la Comunidad Valenciana y su pareja desde hace ya casi cuatro años.

[Más información: La "infidelidad" de Ximo Puig con su consellera Gabriela Bravo: un secreto a voces desde hace meses]

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