Carmen Martínez-Bordiú (67 años) recibió este martes una mala noticia: la Audiencia Nacional la condenaba a pagar una sanción de más de 500.000 euros por haber intentado eludir el pago de impuestos en los años 2007 y 2008.
Concretamente, la nieta de Franco habría cometido esta irregularidad en la operación de venta de 42 acciones de FR Promociones del Suroeste S.A. (que adquirió como donación porque pertenecían a su madre) que le reportaron más de nueve millones de euros de beneficio.
La propia Carmen Martínez-Bordiú ha querido dar su versión sobre estos hechos a través de un comunicado oficial publicado por Vanitatis para aclarar: "No he sido condenada por la comisión de ningún delito ni infracción administrativa y además no tengo ninguna deuda con la Agencia Tributaria. Reitero que estoy al corriente de mis obligaciones fiscales".
La aristócrata se justifica en que la situación es compleja, y que ella en todo momento cumplió con la "totalidad de los requisitos previstos en la norma para la aplicación de dicha bonificación" mediante la publicación declaración de la "totalidad de las cantidades oportunamente en forma y plazo", razón por la que recurrió la decisión de la Agencia Tributaria.
Fue esta diferencia de opiniones lo que ha dilatado la sentencia definitiva hasta el 7 de marzo de 2018, momento en el que la Audiencia Nacional ha terminado fallando a favor del fisco, aunque recalcaban en la sentencia "la complejidad de la situación enjuiciada", especifica la nieta de Franco.
En todo momento, el objetivo de la socialité era dejar constancia de que por su parte no ha existido "ninguna infracción tributaria por mi parte y por lo tanto no ha existido ni fraude ni evasión fiscal", dejando claro que "no he sido condenada por la comisión de ningún delito ni infracción administrativa". El único elemento contradictorio es que afirma que no ha sido condenada al pago de ninguna sanción en favor de la Agencia Tributaria, aunque así quede constatado en la sentencia a la que tuvo acceso EL ESPAÑOL.
Sin embargo, JALEOS ha descubierto que la duquesa de Franco puede estar tranquila, ya que ser socialité y pertenecer a uno de los clanes más poderosos de este país le ha salido más que rentable, y dispone del dinero suficiente para hacer frente a la multa impuesta por la Aduiencia Nacional. Tanto que la cantidad que le sobraría tras pagar la sanción seguiría siendo toda una fortuna.
Apoyada por 40 millones de patrimonio
Al igual que el resto de sus hermanos, Carmen Martínez-Bordiú también figura en las compañías que gestionan el amplio patrimonio familiar y que les reportan una suculentos beneficios, gracias a los cuales la aristócrata podría hacer frente a la multa de la Audiencia Nacional.
Una de ellas es Sargo Consulting SL fundada en 2002 para la "prestación de asesoramiento e información económico financiero para personas físicas o jurídicas". Esta sociedad es un ejemplo perfecto del gran patrimonio del que dispone la familia Franco, ya que desde el inicio se fundó con un capital social de más de 9,5 millones de euros. Una cantidad muy superior a los 3.000 euros mínimos exigidos por ley para este tipo de sociedades y que muestra la amplia solvencia económica del clan.
En los años posteriores la situación de esta compañía (en la que Carmen Martínez-Bordiú figura como consejera junto a sus hermanos desde la muerte de su madre) ha mantenido una cierta estabilidad. Concretamente, unas cuentas saneadas con las que los nietos de Franco ahora poseen una sociedad con un patrimonio de 17 millones de euros el año pasado.
La otra de las sociedades que gestiona los bienes del clan Franco es Fiolasa S.L.U, una compañía que también perteneció a Carmen Franco hasta su muerte el año pasado. Esta sociedad guarda bastantes similitudes con la anterior, pues se creó en el mismo año con un cometido similar y con un gran capital social: 9,6 millones de euros. De nuevo, una muestra más de la amplia solvencia económica de la que disfruta el clan Franco.
Además, las cuentas de 2017 reafirman este estado y muestran que los años le han sentado estupendamente a la sociedad con una gestión digna de estudio en las aulas de Economía. En el último ejercicio la compañía podía presumir de un patrimonio de 20,5 millones de euros, una cifra que bien puede tranquilizar a Carmen Martínez-Bordiú ante la sanción de la Audiencia Nacional.
Pero no toda la riqueza y los negocios de la aristócrata provienen de sus relaciones familiares. En 2006 la socialité también constituyó su propia compañía, Ocnarf S.L., centrada en "las relaciones públicas así como en la imagen corporativa, publicidad y difusión en medios de comunicación", empresa de la que es administradora única. Sociedad que también se menciona en la sentencia que la ha condenado a pagar medio millón de euros.
Esta es otra de las sociedades que pueden tranquilizar a la aristócrata. No por sus ingresos (escasos) ni por el resultado de sus cuentas (en pérdidas), sino por el patrimonio que, de nuevo, se cifra en varios ceros: cerca de 2 millones de euros.
Además de este entramado empresarial, y según figura en la sentencia a la que tuvo acceso este periódico, los beneficios que Carmen Martínez-Bordiú obtuvo con la venta de esas acciones las invirtió en la compra de una vivienda, dos plazas de garaje y un trastero en Santander, un chalet en Andratx (Mallorca), dos fincas en Miera. Propiedades que se suman al ya extenso patrimonio familiar (como los inmuebles del centro de Madrid) a las que también podría recurrir en la actualidad para hacer frente al pago de la sanción.
[Más información: Los Franco se deshacen del patrimonio familiar: ponen a la venta un edificio]