Dinio García (46 años) ha vuelto, y en su mejor versión. Puede que pocos hayan seguido la pista de este cubano. Le conocimos hace justo 18 años. La encargada de poner sobre el foco mediático a Dinio fue Marujita Díaz, le presentaba en sociedad como su nuevo novio y el mundo de la prensa del corazón enloqueció, sobre todo por la diferencia de edad. El paso del tiempo, exclusivas a destajo y supuestos montajes provocaron que Dinio pasara de hacerse platós de televisión a un cierto ostracismo mediático del que, parece, cada día se siente más cómodo. Sin embargo, ahora Dinio ha vuelto. Y lo ha hecho estrenando imagen. 

El actor de cine para adultos se ha sometido a un injerto capilar, como demuestran sus últimas imágenes. Y es que, Dinio ha pasado de lucir unas profundas entradas que le llevaron a raparse para disimular el impacto, a dejarse fotografiar con un incipiente vello que tiene visos de acabar en 'pelazo' si su tratamiento responde como debiera, según desvela la revista Rumore. El intérprete se siente orgulloso de este gran cambio en su vida, le está sirviendo como revulsivo en el ánimo y este microinjerto, unido a severas sesiones de gimnasio, están dejando como resultado a un Dinio que se siente más a gusto consigo mismo. 

Es lo que necesitaba como colofón a una época de plenitud en la que el cubano se encuentra inmerso en algunos negocios alejados del mundo de la televisión y muy enamorado de su flamante esposa, Milena Millon, una mujer de 31 años a la que conoció trabajando en la Sala Bagdad. Pero, ¿en qué consiste un injerto? Un microinjerto capilar es una intervención quirúrgica consistente en trasplantar el cabello de una zona poblada a la zona que se quiere poblar, en este caso, las entradas. El precio del tratamiento varía mucho en función del país en el que se realice. En España oscila entre los 3.000 y 12.000 euros, una cantidad que se fija en base a la cantidad de unidades foliculares trasplantadas.

De ahí que las cifras oscilen entre los 2.000 euros (unas 300 unidades foliculares) a los 7.000 - 8.000 euros (unas 4.000 unidades foliculares). Sin embargo, un gran número de españoles prefiere realizarse el tratamiento en Turquía, donde los precios son mucho menores (menos de 2.000 euros ya que está subvencionado por el Gobierno) y existen más de 250 clínicas de este tipo.

Eso sí, Dinio no es, ni de lejos, el único famoso que ha sucumbido a los milagros de este remedio para erradicar de tajo sus complejos capilares. Aparte del cubano y de Joaquín Prat (43) -cuyos resultados se han podido ver en El programa de Ana Rosa-, Carlos Lozano (55) apareció en Sálvame en febrero de 2018 tras realizarse este tratamiento. El presentador comentó que se había hecho el retoque estético en la Clínica Menorca (Madrid). 

Lozano se había hecho el microinjerto en la parte delantera y central de la cabeza, con lo que se veía en esa zona un triángulo mucho más oscuro. Otro de los rostros conocidos que quiso tomar medidas ante la caída del cabello, y uno de los que más se le nota, es Ignacio Aguado (35). El político despareció de la escena pública durante julio y agosto de 2017, momento en el que todo apunta que se realizó este retoque estético. Además, en los últimos meses se ha animado el sobrino de María del Monte (56), Antonio Tejado. No cabe duda de que esta solución está de auge entre los vips. ¿Quién será el próximo?

Dinio, la noche dejó de confundirlo

Del Dinio que la noche lo confundía cuando vivía más en la madrugada que en el día, poco o nada queda. Ha sentado la cabeza. En septiembre de 2017 contrajo matrimonio en Bulgaria -su tercera boda- con la que a día de hoy sigue siendo su esposa, Milena Millon, una mujer de 31 años a la que conoció trabajando en la Sala Bagdad y es 14 años menor que él. En la actualidad, Dinio se dedica ahora a la publicidad. A sus 45 años, el cubano confiesa haber dejado la noche y su adicción a las mujeres. En esa catarsis y limpieza, aseguró en Sálvame que no bebe desde hace bastante tiempo y desveló que en un futuro le gustaría ser anticuario. Con todo, parece que el Dinio crápula dejó de existir. 

[Más información: Ignacio Aguado, la prueba de que los microinjertos capilares funcionan]