Ana Blanco (57 años), la veterana presentadora de Informativos de Televisión Española, se ha visto obligada a hacer un forzoso parón en la nueva etapa de la cadena pública a causa del fallecimiento de su madre.
Blanco ha sido una de las pocas 'supervivientes' de la denominada "purga" a la que ha sido sometida el ente público tras el cambio de Gobierno. Un rostro eterno, de confianza, que se aferra a su puesto de trabajo, aunque con un leve cambio: del informativo de las 21:00 horas de la noche, Ana ha pasado al de las 15:00 horas.
El pasado lunes 3 de septiembre, Ana Blanco y el resto de sus compañeros presentaban la nueva temporada de informativos 2018-2019 bajo el lema "la fuerza del periodismo". A su lado, entre otros colegas de profesión, se encontraba Pilar García Muñiz (44), recién incorporada al trabajo tras el fallecimiento de su marido, Pedro Roncal.
Desde aquel día y hasta el viernes 7 de septiembre, Blanco se ha puesto al frente de su nuevo reto. No obstante, era el pasado lunes 10 cuando los espectadores dejaban de ver a su presentadora de los últimos días para encontrarse con Alejandra Herranz, su sustituta y quien compartiera los denominados 'viernes negros' junto a Fran Llorente, exdirector de los Servicios Informativos de TVE y creador de La2 Noticias.
Está previsto que Ana Blanco se incorpore a su puesto de trabajo en los próximos días. El hermetismo en torno a la vida personal de una de las caras más célebres de la comunicación es inquietante. Incluso el día de su nacimiento es todo un misterio sin resolver. Natural de Portugalete, Ana Blanco proviene de una familia de padre obrero, madre ama de casa y hermanos periodistas. Si bien es cierto, no fue Periodismo su primera opción de licenciatura. Ana estudió Pedagogía en la Universidad de Deusto (Bilbao).
Mismo enclave académico en el que estudió la persona con quien comparte su discreta vida: el periodista y abogado Juan Carlos Bolland. Su marido, con quien no tiene hijos en común, es socio director y cofundador de la empresa de comunicación Comco. En su currículo personal se encuentra haber trabajado en el prestigioso diario económico Expansión o en canales como CNN+ y Canal Plus.
Ana Blanco, una dilatada y avalada trayectoria en la comunicación
En una entrevista para el Periódico de Aragón, Ana Blanco, confesó que su salto al mundo del periodismo fue fruto de una casualidad: "Estaba en la universidad cuando surgió la posibilidad de ir a la radio por una chica que estudiaba conmigo y trabajaba en los 40 Principales de Bilbao. Me dijo que buscaban gente y me animó a ir. A mí me parecía un delirio, pero fui porque en casa siempre estaba puesta la radio y era un mundo que me atraía. Me hicieron una prueba y me cogieron. Luego pasé a onda media, y como mis hermanos hacían periodismo, yo también me puse a estudiarlo un par de años. Luego la cadena me trajo a Madrid".
Ídem con el salto al mundo de la televisión. "Otra casualidad. Me enteré de que en Telemadrid necesitaban una presentadora para un informativo cultural y una amiga me animó a ir. 'Total, así tienes un vídeo tuyo presentando, como recordatorio', me dijo. Fui convencida de que no me iban a coger". Su primer contacto con el mundo audiovisual, tras pasar por la radio en Bilbao, fue en el programa Zig-Zag, junto al presentador Agustín Bravo (57).
Frente a la cámara y leyendo el famoso teleprónter, Ana muestra su versión más seria y rigurosa. Sin embargo sus allegados hablan de ella como una mujer "divertida". En la entrevista del citado medio regional, comentó que "mucha gente que me ha conocido personalmente se ha sorprendido de lo mucho que me río fuera de las cámaras. En el Telediario no me río porque lo que cuento no es de reír. Fuera de cámara soy una persona muy 'normalita', como todo el mundo. Tengo mis debilidades, mis aciertos, me encantan los chistes, adoro reírme. Pero en mi trabajo he de ponerme seria. No tengo la sensación de haber creado un personaje ajeno a mí en la tele. Sí que me he tomado muy en serio que sólo soy una intermediaria entre las noticias y la gente. Lo que yo piense o sienta, no le importa a nadie. Seguramente los informativos serían más divertidos si se colara comentarios o hiciera chistes, pero no sería serio". Ana ha tomado conciencia de que su vida personal ha suscitado interés en quienes la siguen desde hace casi treinta años. Una postura que "acepta" y que lleva bien especialmente "por el cariño de la gente", la mejor gratificación para quien ejerce un cargo público.