Malú (36 años) acaba de estrenar Oxígeno, el duodécimo álbum de su carrera, un disco "cargado de canciones significativas" que le "han arañado el pecho". Tanto que desde que saliera a la venta el pasado viernes lleva un "un montón de días con ansiedad, miedo, pánico…", según confesaba este lunes durante su visita a El Hormiguero.
"Llevaba tiempo en un barco sin querer saltar a un lado. Y ahora lo he hecho. Me ha llevado dos años hacer este disco. Quería sentarme a componer, a escribir… Cuando es tan tuyo, ya no tienes a nadie a quien echarle la culpa", comentaba la cantante.
Entre esas canciones significativas se encuentra una dedicada a su tío Paco de Lucía, Llueve alegría, con la que ha podido expresarse sin dramas cuatro años después de su muerte.
"Después de cuatro años, puedo hablar con normalidad de este tema. Jamás en la vida me dijo nada. En mi familia lo bueno no se dice, lo malo se critica. Y te voy a contar algo que no he contado nunca. Hace unos años, toqué en la Starlite y mi tío tocaba al día siguiente. Canté todo el show para él y cuando terminé, me dijo que muy bien", recordó Malú.
"Pero dejó grabada unas imágenes en las que decía que se había emocionado muchísimo, que era una pedazo de artista. Me dio su aprobación. Ahí fue cuando dejé de llorar compulsivamente esa pérdida", contó la madrileña, que explicó que en esa canción quería contarle a su tío que estaba hecha "de corales como él".
"Él era un genio. Mi familia te marcaba fuego, te metía un chip, te creaba una responsabilidad, respeto… Para mí el escenario es respeto absoluto por lo que he vivido en casa. No es familia de contar o decir. Ni siquiera de decirte esto está bien", contó.
Preguntada por el fanatismo de sus seguidoras, algunas de las cuales llevan esperando desde desde el pasado 4 de septiembre a las puertas Palacio de Deportes de Málaga para acudir a su primer concierto de la gira Oxígeno, la cantante dijo que "les adoro, me hacen la mujer más feliz del mundo".
"Pero lo paso mal porque me siento responsable. Yo no puedo ir a Málaga a matarles. Sus padres ya no pueden con ellas. Le he dicho a mi equipo que alguien se acerque a ese lugar y les digan que pueden ir a casa, que yo les aseguro su primera fila".
Asimismo, preguntada por aquellas fans que incluso se tatúan su cara, la artista comentó que "es precioso, es emocionante, es impactante. Te preguntas cómo pueden hacer eso. Pero, por otra parte, también les diría que le tendría que matar. Muchas veces les daría un beso, un abrazo y una hostia".
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