Este jueves Pablo Iglesias (39 años) se ha reunido, tal como estaba agendado, con el político neerlandés, Jesse Klaver (32). En un principio, un encuentro meramente político y que no iría más allá de lo marcado en agenda. Sin embargo, desde el mismo momento del saludo inicial, entre los dos líderes se han relajado las rigideces que marca el protocolo al estrecharse la mano.
Ha sido el propio líder de Podemos quien no ha desaprovechado la ocasión para agradecerle al mandatario neerlandés, mirándose a los ojos y sonriendo, el regalo que este le hizo a sus mellizos. "Gracias por venir y gracias por el coche para mis hijos", ha arrancado Iglesias la conversación restándole formalidad. Klaver, como respuesta, ha entregado a la pareja sentimental de Irene Montero (30) un nuevo obsequio: "Tengo un pequeño regalo para tus hijos, que son la cosa más importante". Mientras tanto, el dirigente holandés le ha entregado un pequeño paquete envuelto en papel de regalo de lunares.
Tras las "muchas gracias" de Pablo, Jesse ha interpelado: "¿Qué tal están yendo los pequeños?" "Están muy bien", ha respondido el líder de la formación morada mientras no podía resistir la tentación de ir en busca de su teléfono móvil. Tras conseguirlo, se acerca al neerlandés para mostrarle lo que, presumiblemente, son imágenes de Leo y Manuel. "Ahora soy más padre que político", cierra Pablo el emotivo momento, tan especial que no ha dudado en compartirlo en sus redes sociales a modo de Insta Stories.
La lucha de los mellizos
Desde que los mellizos de Pablo e Irene nacieran de forma prematura -con solo seis meses- en el hospital Gregorio Marañón, han sido dos meses de hermetismo por parte de los flamantes padres, quienes se han entregado de forma íntegra a los pequeños rehusando dar parte de su evolución hasta el pasado 3 de septiembre. Ese día, Iglesias relató su terrible experiencia: "Han pasado ya dos meses desde que nuestros hijos nacieron prematuramente. Desde aquel 3 de julio en el que llegaron por sorpresa, nos repetimos una y otra vez la misma palabra: vamos. Se trataba primero de salir adelante y después de ir superando etapas de recuperación. Cada día les mirábamos y les repetíamos lo mismo: vamos hijos, vamos.
Dicen que la amnesia infantil hace que olvidemos todo lo que vivimos en nuestros primeros años. Nos alegra que Leo y Manuel nunca recuerden los tubos o los electrodos que les acompañaron en la unidad de cuidados intensivos, que olviden los sonidos de los monitores que medían su ritmo cardíaco y su respiración. Nos gusta pensar que un día mirarán con extrañeza las fotos que les hicimos cuando eran tan pequeños. Pero hay cosas que les contaremos y de las que no queremos olvidarnos nunca. Antes de que pudieran alimentarse sólo de la leche de Irene, fue la leche de otras madres la que les ayudó a vivir. En cuanto fue suficiente, la de Irene fue también leche donada para otros niños. La sanidad pública hizo a nuestros hijos hermanos de leche de muchos niños y niñas como ellos".
Según las propias palabras de su progenitor "han sobrevivido gracias al método canguro". Agradeciendo el cariño de todo el mundo que se preocupó, el líder de Podemos llegó a asegurar lo que sigue: "Soy ateo, pero mis amigos rezaron a la virgen". Unas declaraciones que dejan ver la angustia por la que han tenido que atravesar los padres de Leo y Manuel. Hoy, parece que los malos momentos van quedándose atrás y los pequeños "están muy bien".
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