Todo listo para una de las bodas más esperadas del año en lo que al universo del corazón se refiere. El torero José Ortega Cano (64 años) y la gaditana Ana María Aldón (41) se casarán el próximo domingo 30 de septiembre en la finca El Maestre de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), un palacete neomudejar que perteneció a los duques de Montpensier. Si bien es cierto, el diestro y la diseñadora ya se han casado legalmente y por lo civil. En palabras del propio Ortega, "surgió de que el notario don Honorio Romero me hiciera este casamiento".
El secreto mejor guardado, el vestido de la novia, sigue siendo un misterio. Según desvela la revista ¡HOLA! Ana María lucirá dos diferentes a lo largo de la ceremonia y el convite. La empresaria, que se ha formado en la Escuela de Diseño de Moda y Diseño de Interior IADE, ha colaborado activamente con el diseñador Emilio Salinas en la creación de sus dos vestidos. Ana María y Emilio llevan algo más de tres meses trabajando juntos para que los vestidos queden a la perfección, hechos a su medida y con el objetivo de lucir radiante el próximo domingo en su patria chica.
Ana María Aldón y José Ortega Cano iniciaron un romance que va camino de los siete años. Ella ha sido el gran apoyo del maestro en durísimos momentos de su vida. No solo durante su estancia en la prisión de Zuera sino en situaciones clave como los diferentes ingresos hospitalarios de José Fernando (25). En este día tan especial, los acompañarán unos 170 invitados incluyendo amigos y familiares de la pareja. No obstante, habrá grandes ausencias.
Según apuntan varios medios de comunicación, Rocío Carrasco (41) y Fidel Albiac (45), han declinado la invitación al 'sí, quiero'. "Aunque fue ella quien tomó la decisión, que yo respeto, de apartarse de todos, voy a invitarla a nuestra boda. Sé que a su madre le gustaría", comentaba el matador del respecto en una de sus últimas entrevistas.
Ana María y José tienen un hijo en común, el pequeño José María Ortega Aldón, que a sus cinco años de edad tendrá especial protagonismo en el que será uno de los días más especiales de la vida de sus progenitores y de la suya propia.
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