Kathryn Mayorga, la mujer a la que Cristiano Ronaldo (33 años) supuestamente violó en abril de 2009 en un hotel de Las Vegas, ha decidido romper su silencio a través de una entrevista a Der Spiegel, donde relata lo sucedido. 

El caso de la joven ha vuelto a adquirir importancia tras el escándalo Football Leaks (que ha filtrado numerosos documentos confidenciales de varios equipos). En estas filtraciones quedaría constancia de que el portugués habría pagado 375.000 euros para comprar el silencio de Kathryn Mayorga, quien llegó a firmar un acuerdo. 

La joven estadounidense, de cabello largo y oscuro y ojos verdes, desvela en la entrevista al medio alemán que firmó por miedo a ella y a su familia, y por "impotencia" y la incapacidad de hacerle frente. 

Las consecuencias de este suceso todavía le afectan, según ella misma comenta. Hasta hace poco trabajaba en una escuela primaria, pero tuvo que renunciar porque "ahora necesito toda mi fuerza" para hacerle frente a Cristiano. 

El futbolista y la joven se conocieron el 12 de junio de 2009 en un club nocturno de Las Vegas, donde Ronaldo estaba disfrutando de sus vacaciones con su cuñado y su primo. Era un gran momento para Cristiano, que a su temprana edad había sido fichado por el Real Madrid por la astronómica cifra de 94 millones de euros. 

Kathryn trabajaba en ese momento como modelo, y una de sus labores era situarse junto a otras mujeres bellas frente a los bares para atraer a los invitados. Esa noche, tras compartir algunos bailes y copas en la pista de baile de la discoteca del Palms Casino Resort, Mayorga asegura que Cristiano la subió hasta su suite donde la violó. 

La estadounidense desvela que la violó analmente, en silencio y le preguntó si sentía dolor: "Se puso de rodillas y me dijo: 'el 99% de mí soy un buen tipo, no sé qué pasa con ese uno por ciento'", comenta. 

Cristiano no se quiso quedar callado al respecto y compartió un directo a través de su Instagram desmintiendo estas informaciones: "Las publicaciones son falsas, quieren ser famosos al nombrarme". 

La empresa que se encarga de su representación, Gestifute, también quiso pronunciarse al respecto a través de un comunicado donde sostiene que "la materia noticia en el Spiegel es manifestamente ilegal y viola los derechos personales de nuestro cliente". 

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