Para María Patiño (47 años) ya no todo vale. O por lo menos así lo ha dejado claro recientemente. El próximo martes cumplirá cuatro años desde la primera vez que se sentó como colaboradora de Sálvame Diario. 1.460 días. Y, más o menos, son 880 los días que ha pisado el plató en las tardes de Telecinco.
Más de 3.500 horas de grandes momentos, pero también de verse sometida a una sobrexposición mediática diaria. Todo tiene un precio, y el suyo es bastante alto en todos los sentidos. Por un lado, JALEOS ha podido saber que la cifra que cobra María Patiño ronda los 600-650 euros por día trabajado. A eso hay que sumarle las 'promos' que hace cada semana gracias a las diferentes marcas que la eligen para ser imagen. Ahí es dónde más ingresa. Sin olvidarnos tampoco de su faceta como presentadora en Sábado Deluxe, donde podría cobrar entre 5.000 y 6.000 euros, ya que por nocturnidad el sueldo es mucho mayor.
Pero toda moneda tiene una cara 'b', y en el caso de la gallega no iba a ser menos. El precio a pagar por 'su dinero a ganar' es la presión que siente en el día a día y el tener tragar con ciertas cosas con la que no está de acuerdo. Ella siempre ha presumido de ser una gran profesional, y así lo ha demostrado durante todos estos años. Lo que no se imaginaba, y tampoco deseaba, es lo que ha acabado pasando, y es que María Patiño se ha convertido en un 'personaje' que genera interés y expectación.
La situación que provocó el enfado de María Patiño
El principio de su enfado se produjo este miércoles por la tarde. El realizador del programa comenzó a hacer planos poco favorecedores a la colaboradora. Y así durante unos minutos. Esto no gustó nada a Patiño, que manifestó su descontento. Pero, por si fuera poco, el camara repitió la misma acción. Poco después pusieron la captura en la pantalla. Y ahí salió la peor cara de la colaboradora.
Pero cuando la paciencia de la gallega se agota, se agota: "Esto es alucinante. ¿Quién está arriba hoy? Así me tienen siempre que vengo. Hay alguien que me quiere destruir... Hombre, ¡por favor, mira qué cara!. Tengo viernes, sábado y domingo Socialité y esto no me lo hacen allí", aseguraba casi entre lágrimas.
Su evolución televisiva
Poco tienen que ver la María Patiño de los tiempos de DEC con la que vemos en la actualidad. Si bien es cierto que la televisión ha cambiado y evolucionado, son muchos los que afirman echar de menos a la Patiño que defendía con uñas y dientes su verdad. Sus informaciones siempre iban acompañadas de argumentos sólidos, válidos, y creíbles. Lleva años entregada a la profesión y conoce perfectamente como funciona el 'negocio'.
Pero todo ha cambiado, y ahora los colaboradores de Sálvame son los nuevos personajes de la prensa del corazón. En el caso de Patiño, es de las que más interés genera fuera del plató. Protagoniza muchas de las portadas de las revistas del corazón, ha concedido entrevistas, los paparazzis siguen sus pasos en cada verano, y sus retoques estéticos se convierten en lo más leído en los medios digitales. Al igual que con el caso de Gema López (47) o Kiko Hernández (42) es una de las que más consigue proteger su vida sentimental, que no privada. Apenas se tiene información de su relación con su novio Ricardo, y se ha respetado mucho la reciente mayoría de edad de su hijo.
María siempre ha manifestado ser una mujer tímida, a pesar de que haga imagen cada día en televisión. Es muy recelosa de su intimidad y nunca ha querido convertirse en personaje, tan solo hablar de ellos. Pero en Sálvame no le han puesto las cosas nada fáciles en ese sentido, todo lo contrario.
Todos han mostrado su descontento con el trato que se les ha dado en ocasiones. En las reuniones de contenidos previas al programa, se pactan los temas a debatir durante las cuatro horas. Pero, a veces, la cúpula del programa decide provocar discusiones entre ellos y llevarles al límite. La consecuencia es la presión y el disgusto de los colaboradores. Algunos incluso han tenido que estar un tiempo fuera de la televisión porque les llegó a afectar a la salud.
[Más información: Sabemos el nuevo y sorprendente tratamiento estético de María Patiño]