Álex Lequio (26 años), el hijo de Ana García Obregón (63) y Alessandro Lequio (58), ha vuelto este miércoles a la vida pública para apoyar la franquicia Miss Sushi con la que trabaja su empresa Polar Marketing. Así, el joven ha retomado sus compromisos profesionales después de cerca de siete meses alejado del trabajo y de su país en Estados Unidos, donde ha recibido tratamiento sobre el cáncer que padece. Sonriente, bastante nervioso, más delgado y con una gorra calada, Aless -como lo conocen los amigos- posó ante los medios de forma fugaz y desapareció en cuestión de minutos después de dar las "gracias por el apoyo recibido".
Este jueves, en El programa de Ana Rosa, su padre, Alessandro, ha opinado sobre la reaparición de su hijo, solicitando calma y paciencia con respecto a su salud: "Esto no ha terminado, pero el camino ya es menos difícil. Como padre, después de esas imágenes, me da miedo de que se esté precipitando. Por otro lado, me parece maravilloso porque él necesita volver al día a día del trabajo". Y es que, si le pueden las ganas de reincorporarse a su negocio "quiere decir que está volviendo a su vida y eso me emociona".
Por primera vez desde que el joven empresario iniciara esta dura travesía por el cáncer y las respectivas quimios, Alessandro ha hablado con una media sonrisa en la boca y no ha tenido reparo en hablar de su físico: "Ha adelgazado muchísimo. Ha perdido peso voluntariamente y se parece mucho a mí. Se está cuidando muchísimo, y eso es maravilloso". En ese momento de confesión, el conde ha salido al paso de las informaciones que indicaban que entre él y Ana Obregón no habría, precisamente, cordialidad a raíz de la entrevista en ¡HOLA! de la actriz. Se dijo que al italiano poca gracia le habría hecho semejante exposición nada más llegar de Nueva York, una información que ha desmentido en redondo: "Quiero aprovechar porque se ha dicho estos días que yo estaba molesto de alguna manera con las declaraciones de Ana. Tengo que decir que yo para ella solo tengo palabras de admiración y todo lo que diga o haga me parece fenomenal. Ana es una luchadora y una mujer que está al pie del cañón. Eso es una tranquilidad".
De hecho, ha destacado su entereza: "Ha estado encerrada en Nueva York durante seis meses". En unos meses, cerca de diciembre, Álex encabezará un acto benéfico contra el cáncer y su padre solo espera que para entonces se encuentre mejor y le pide "que espacie un poco su exposición porque necesita tranquilidad".
Álex: "No estoy preparado para hablar de la enfermedad"
En el acto de este miércoles, Álex, con las manos entrelazadas y tratando de sonreír en el photocall pese a los nervios, se ha dirigido a los medios: "Muchas gracias por venir. Os agradezco a todos el apoyo que me habéis dado. Ánimo a todos los luchadores". Después de sus breves pero emotivas palabras, entró rápidamente al local y veinte minutos después abandonaba el mismo por la parte de atrás y, sin mediar palabra, se subió al coche que le esperaba en la puerta. Es un momento muy duro pese a la vuelta a España y su mejoría, como escribió hace unos días en su red social: "No estoy preparado aún para hablar de la enfermedad".
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