Leticia Sabater quiere ser otra: las operaciones estéticas que se realizará
- La presentadora ha confesado que desea quitarse, al menos, 15 años de encima y JALEOS ha conocido qué se hará y cuánto tendrá que pagar.
- Leticia Sabater deja de ser Leticia: se opera el ojo rebelde
- Leticia Sabater: "Me queda un bombazo para ser como Madonna"
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Leticia Sabater (52 años) no se rinde, ella quiere ser perfecta a toda costa. En otras palabras, dejar de ser ella, le cueste lo que le cueste. A sus 52 años se ha dado cuenta de que desea verse sin imperfecciones -"me debo a mi público"- y, después de someterse hace unos meses a una intervención para erradicar el estrabismo de su vida -ese que tanta popularidad le granjeó-, ahora la presentadora de A mediodía, alegría continúa infatigable su lucha en los quirófanos.
Hace unos días se sentaba en el plató de Sábado Deluxe, envuelta en vendas, para anunciar su inminente ingreso. "Quiero quitarme 15 años de encima. Tengo que estar atractiva para no desilusionar a mis seguidores", aseguraba, esperanzada, la Sabater. Le gusta verse guapa y se machaca en el gimnasio para lucir esbelta, pero los estragos del tiempo sin inmisericordes. Por ella, y por sus seguidores, Leticia vuelve a visitar una sala de quirófano.
JALEOS ha descubierto cuáles serán las operaciones específicas a las que se someterá Sabater "en los próximos días" en la clínica Menorca de Madrid. Tal como ha conocido este medio, Sabater tiene la firme intención de realizarse "un lifting cervicofacial y un lipofiling", además de "otros pequeños retoques como inyectarse ácido hialurónico". En definitiva, una serie de tratamientos que, en conjunto, no están al alcance de todos los bolsillos. Este periódico ha podido conocer que el montante que desembolsaría la autora de La salchipapa rondaría "los 10.000 euros", sin contar otras consideraciones estéticas de última hora.
Sabater: virginidad y ojo rebelde
Fue en noviembre de 2017 cuando la artista dio el campanazo tras anunciar que quería dejar de ser estrábica. Ya sorprendió a propios y extraños con su reconstrucción del himen -"Necesitaba sentir qué se sentía ahí", Leticia dixit- y sus operaciones de otras partes del cuerpo. Entonces, Sabater vendió que su estrabismo iba a ser la cirugía más notable a la que se sometía. A la salida del hospital, aparecía con unas grandes gafas oscuras tras las cuales se podía percibir un vendaje. Aseguraba sentirse "mareada" y "nerviosa" tras la operación, pero le valía la pena, ya que estaba "contenta" tras haber dado este importante paso.
"No sabemos cómo va a quedar la cosa, pero tiene buena pinta. No olvidemos que este es el ojo más famoso de España, no hay ni una sola persona que no lo conozca", aseguraba, henchida de orgullo, Leticia de sí misma. Hay que tener en cuenta que la exconcursante de Supervivientes había soportado numerosas burlas sobre su estrabismo, algo que le supuso un gran complejo. Aunque siempre se lo ha tomado con sentido del humor -un carácter afable que ha demostrado a lo largo de todos estos años-, lo cierto es que dejó una herida grande en su autoestima.
Una vida profesional marcada por los intentos
La de Leticia es una vida de superación continua. Cuando los focos de la televisión se le apagaron tras el cierre de su época dorada en televisión, ella se reinventó en el mundo de la música. En realidad, el cante siempre ha estado muy presente en su agitada existencia. Aún hay espectadores que vivieron el programa Un, dos, tres... de los años 80 que todavía guardan en su retina a aquella joven que hacía de figurante a menudo en el show, o la que acompañaba a Jesús Hermida como azafata en el plató de Por la mañana.
Más tarde vendrían los noventa y su alegría con los niños. Sin embargo, eso también se acabó y comenzó una etapa nueva, como el siglo, en la que Leticia se dejó engatusar por realitys como La selva de los famosos, Esta cocina es un infierno, ¡Mira quién baila!, Hotel Glam , Acorralados y Supervivientes. Hoy, todas sus energías están puestas en sus singles. Aunque su nombre no termina de despegar allende los mares, ella no se rinde.
"Me falta un bombazo para ser como Madonna (60). El día que haga mi primer concierto rodeada de ocho bailarines y puramente interpretativo con algo que no se espere nadie, entonces ese día diré: 'ahora sí he cumplido mi sueño'. Sé que es algo grande, pero hay que ir poco a poco. Mi sueño es hacer una gira con espectáculos como los que hacen Madonna, Lady Gaga (32) o Beyoncé (37), no me interesan los que se ven aquí", aseguraba para JALEOS en 2017. Desde luego, ambiciones no le faltan y ahora, tras la operación, seguro que se la rifan.
[Más información: El 'Cambiame' imposible de Leticia Sabater, desfigurada en el quirófano]