Cospedal y López del Hierro, una historia de amor a prueba de Villarejo
- Una de las mujeres políticas más poderosas en España ha dicho adiós a su carrera con un comunicado que es una reafirmación de la lealtad que le profesa a su marido, quien le saca 19 años de diferencia.
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Se oteaban tiempos de calma y gloria en el horizonte emocional de María Dolores de Cospedal (52 años) e Ignacio López del Hierro (71). Il dolce far niente de una familia entregada históricamente y por vocación al servicio de los españoles que en los últimos momentos se habían alejado del foco mediático. A la postre, el efecto dominó los ha vencido. En un extenso comunicado, Cospedal anunciaba el pasado miércoles el fin de su carrera política tras la publicación de unos audios que la vinculaban -tanto a ella como a su marido- con el oscuro comisario Villarejo (67).
Entre las líneas del mensaje, un párrafo clave: el de la admisión de su error al solicitar ayuda a su marido para que interviniera en varias entrevistas que la entonces secretaria general del PP mantuvo con el policía y empresario José Manuel Villarejo. "Pero en lo que seguro me equivoqué fue en pedir a mi marido, Ignacio López del Hierro, que me ayudara en una interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora, él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba ocurriendo". Palabras rubricadas por la expresidenta del PP de Castilla-La Mancha que evidencian la lealtad y la devoción que siente por su marido, Ignacio López del Hierro, de quien la separan 19 años.
Cospedal y López del Hierro: amor, poder e influencias
19 años de diferencia no importaron para que surgiese el amor entre López del Hierro y Cospedal. "Éramos amigos desde hace muchos años, pero no iniciamos ninguna relación hasta que, apenas sin enterarnos, surgió el amor", detallaba la propia exministra en una entrevista. Viejos amigos de hacía tiempo, lo suyo nació de la forma más discreta. Nunca lo ocultaron, acudían a eventos juntos, posaban, sonreían, hasta que Ignacio propuso oficialmente formalizar su relación con una boda civil. Ambos lo hicieron en segundas nupcias. Él se casó antes con Inés D'Aubarède con quien tuvo tres hijos: Helena, Ignacio y Rodrigo López del Hierro, que ya lo han hecho abuelo. Por su parte, Cospedal venía de un matrimonio junto al aristócrata José Félix Valdivieso-González y Bravo de Laguna, un enlace religioso que duró tres años y del que obtuvo la nulidad matrimonial en 1998.
En el 2006, aún como mujer soltera, Cospedal traía al mundo a su único hijo, Ricardo de Cospedal, a través de fecundación in vitro, algo que ella misma admitió en declaraciones para la revista Yo Dona: "lo hice consciente y responsablemente, tras esperar cuatro años una adopción de un niño o una niña búlgara que nunca pudo ser y después de someterme a una fecundación in vitro. Quería ser madre y no tenía pareja. No me planteé en ningún momento que fuera algo sancionable por la Iglesia". Cospedal siempre ha sido una mujer decidida, incluso cuando fue elegida 'Guapa' en la Feria de su Albacete natal.
López del Hierro y Cospedal se casaron en septiembre de 2009, en una boda en un cigarral de Toledo a la que acudió como invitado el entonces presidente del PP, Mariano Rajoy. Cospedal ya era hacía un año la secretaria general, entonces la mujer con más poder dentro del Partido Popular. Fue en ese momento cuando el apellido López del Hierro comenzó a mezclarse cada vez con más frecuencia en polémicas.
Muchos habían pronosticado que las actividades empresariales de su marido acabarían con la carrera política de la ex líder del PP. Durante la legislatura en la que Cospedal ocupaba la presidencia de Castilla-La Mancha, su esposo consiguió multiplicar por 19 los ingresos de su empresa. Su compañía es precisamente la dueña de la mitad de un lujoso y espectacular cigarral en Toledo -tampoco exento de polémica- donde el matrimonio vive con el hijo de ella, que ya tiene 12 años. En la Castilla que gobernaba Cospedal se conoce como 'cigarral' a las fincas señoriales de ocio que superan los 7.500 metros cuadros de extensión situadas en la orilla sur del río Tajo a su paso por Toledo. La residencia familiar de la exministra dispone de 12.500 metros, de los que la mitad pertenecen a ella y la otra mitad a la empresa de su marido.
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