Marta Ortega (34 años) y Carlos Torretta (33) son marido y mujer desde hace algo más de setenta y dos horas. La pareja ha celebrado su amor agasajando a sus invitados con lo mejor de lo mejor. No solo a nivel gastronómico sino estético, musical y cultural. Un deleite para los cinco sentidos.
Las actuaciones de Coldplay o Jamie Cullum, el cierre del restaurante Kabuki Wellington de Madrid para que sus reconocidos chefs fueran los encargados de servir el cóctel en el Club Náutico o el cierre de dos hoteles para convertirlos en salón de peluquería y maquillaje para los 400 invitados, son solo algunos de los lujos, de valor incalculable, que se han permitido los novios.
La boda de la heredera de Zara ha costado lo que no está escrito y JALEOS ha hecho un cálculo aproximado, desglosando los caprichos de los novios.
1. Coldplay, un millón de euros
La gran sorpresa de la noche. Como apertura al baile nupcial, Chris Martin (42), interpretó a piano el tema Yellow. Un momento de emoción no solo para los recién casados sino para los 400 invitados que se encontraban en el Centro Hípico Casas Novas, donde tuvo lugar el sábado la segunda parte de la boda.
No es usual que artistas de la talla de Coldplay actúen de forma privada en fiestas particulares. Si bien es cierto, determinadas estrellas internacionales negocian al alza su presencia en puntuales celebraciones íntimas de familias multimillonarias, sea por un aniversario o un fin de año. Según informaba en 2014 la prestigiosa revista Variety, el precio para contratar a Coldplay para un private show de algo menos de una hora ascendería a los 750.000 euros.
Un caché que se ha visto aumentado exponencialmente hasta -mínimo- el millón de euros tras la publicación de su exitoso disco A Head Full of Dreams (2015). Un álbum que no solo los llevó a actuar en el medio tiempo de la final de Superbowl en 2016 sino que los embarcó en una gira mundial de 123 conciertos de estadio con la que han amasado un total 466 millones de euros. A la presencia de Chris Martin se sumaron las actuaciones de Norah Jones (39) y Jamie Cullum (39). El intérprete estuvo tocando algunos temas de los grandes éxitos de The Beatles y Taylor Swift (28), entre otros.
2. Cuatro vestidos de Valentino Haute Couture
Dos días de celebración que han implicado cuatro impresionantes vestidos firmados por Pierpaolo Piccioli para Valentino Haute Couture. El secreto mejor guardado se ha convertido, en el caso de Marta Ortega, en el cuádruple enigma de lujo. Cuando todos pensaban que la hija de Amancio acudiría vestida de rosa palo con falda pinzada y blusa de manga larga, el primer outfit mostrado en la foto oficial, en realidad fue únicamente el utilizado para el trámite más civil. Para el cóctel y primera cena, Marta recurrió al esmoquin negro compuesto por una blazer con solapas y una falda midi y una blusa transparente, un guiño al universo moda que mezclaba a Saint Laurent en la idea con Valentino al frente y Piccioli en la vanguardia.
Al día siguiente, el sábado, el 'día grande', Marta aparecía con otra pieza de Valentino, esta vez, de pailletes y escote en la parte delantera y trasera. Marta decidió ponerse 'festivalera' y sacar el brillo a relucir. Un largo vestido de seda metalizado fue el diseño escogido para dar las gracias a sus invitados y cortar la tarta.
Como detalle icónico de una boda que ha costado lo que no está escrito, la novia se cambió de vestido por cuarta vez. La empresaria rompió sus propias reglas y se decantó por un diseño muy original y atípico para las últimas horas. Tal y como se pudo apreciar en el vídeo que un invitado publicó en las redes, Marta terminó la noche bailando junto a Carlos ataviada con un vestido palabra de honor confeccionado en una tela de estética camisera de rayas blancas y rosas.
Cuatro piezas de valor incalculable, esencialmente por el trabajo manual que implica el concepto de la Alta Costura. La haute couture es moda hecha a medida, vestidos confeccionados a partir del cuerpo de la mujer que los va a llevar. No solo son valiosos por el lujo de sus telas, detalles y apliques sino porque el trabajo es específicamente manual: no hay uso de máquinas industriales sino técnica artesanal llevadas a cabo por costureros que arrastran una dilatada experiencia en el sector couture. No es una exageración si se valoran entre 100.000 y 350.000 euros el precio de cada uno de los vestidos.
3. Dos hoteles convertidos en salón de belleza
Dos hoteles fueron cerrados y tuvieron que ver modificado su trascurso habitual por unas horas según la información a la que tuvo JALEOS en exclusiva. Debido a la magna celebración, el hotel Finisterre se cerró para el público y tuvo que habilitar su impresionante salón principal en el que habitualmente se celebran las bodas para convertirlo en un improvisado set de maquillaje y peluquería.
Tal como se muestra en la imagen facilitada a este periódico, el salón, rodeado de grandes columnas y mullidos sofás, vio alterada su, de normal, función al colocarse en él dos kilométricos pasillos de luces, sillas y set de maquillaje.
4. El cierre de Kabuki Wellington
Si bien el primer gran almuerzo fue preparado por el chef gallego Pepe Solla, el cóctel que se dispuso en el Náutico corrió a carga de Javier Olleros de Culler de Pau y Ricardo Sanz de Kabuki. Según ha podido conocer JALEOS, el restaurante Kabuki ubicado en el interior del mítico Hotel Wellington de Madrid cerró el pasado fin de semana, ya que trasladaron a todo el equipo de cocineros para que preparasen y sirviesen la gran cena celebrada en el Club Hípico Casas Novas.
Un menú de lujo para 400 personas. El menú degustación del exclusivo restaurante tiene un valor mínimo de 80 euros por persona. A esos 32.000 euros solo en comida japonesa habría que añadirle el coste del cierre del local, el trasporte, el alojamiento y el salario extraordinario de los cocineros desplazados desde Madrid a Arteixo.
5. Tarta XXL by Cédric Grolet
"Lo que va a pasar ahora es muy grande", decía Jon Kortajarena (33) segundos antes de enfocar la tarta nupcial. Un único piso pero de dos metros de diámetro y otro metro de altura. Un dulce totalmente blanco con pequeños adornos en cobre por encima. Esta dulce obra de arte fue preparada por el repostero francés Cédric Grolet, quien además preparó otras especialidades centradas en frutas y postres tradicionales de Francia. Grolet es el repostero oficial del hotel Le Meurice, un cinco estrellas gran lujo ubicado en la Rue Rivoli de Paris y que dispone de habitaciones cuyo valor superan los 20.000 euros la noche.
6. La decoración de la ubicación
Dos lugares decorados de ensueño. El primero de ellos, el Real Club Náutico, un espacio que la familia Ortega contempla desde los impresionantes ventanales de su hogar en A Coruña. Para la ocasión, alquilaron el edificio completo cuyo precio alcanza los 28.000 euros. Además, restauraron y pintaron la cara del bloque expuesta al mar -siempre maltratada por la humedad propia- para que luciera perfecta y renovada en tan especial acontecimiento.
La decoración del segundo enclave, el Club Hípico Casas Novas, corrió a cargo del prestigioso florista Thierry Boutemy, encargado también del ramo de la novia, inspirado en los campos de Galicia. En la misma línea, las flores dispuestas por el francés estaban inspiradas en la naturaleza gallega. Ese era el ambiente que invadía la gran noche de la heredera. Vegetación de todo tipo, caminos de tierra, arbustos frondosos... recordaba a Alicia en el País de la Maravillas.
[Más información: Lo que no has visto y lo que no sabes de la gran boda de Marta Ortega, en 13 vídeos]