Catorce veces consecutivas. Es el número de ocasiones en las que habrá retransmitido Anne Igartiburu (49 años) las Campanadas al cumplir las doce de la noche del próximo 31 de diciembre. Desde el año 2005 la presentadora se ha colado en los hogares españoles cada Nochevieja para tomar la docena de uvas desde la madrileña Puerta del Sol. Lo que supone trece estilismos hasta el momento con los que ha querido arriesgar y convertirse en el centro de las miradas con escotes pronunciados o transparencias a lo largo del cuerpo. Pero este año todo puede cambiar.
El cambio de directiva de Radio Televisión Española, liderada por Rosa María Mateo (76), una convencida feminista, tiene la mirada puesta en la idea de búsqueda de la igualdad y en el empoderamiento de la mujer en la cadena pública. Ese gesto puede alterar la imagen de los presentadores de esa especial noche. El balcón más famoso del año ha sido testigo de los errores y aciertos estilísticos de Igartiburu, como aquel vestido trikini dorado que fue ampliamente criticado o los espectaculares y sensuales diseños de Caprile en rojo intenso.
El escote en 'V', los hombros al aire y la cintura ceñida son prácticamente un mantra en los estilismos de Anne. Atrevidos, sin llegar al punto de transparencia de Cristina Pedroche (30), pero al mismo tiempo, elegantes -a excepción de los vestidos que lució en 2005 y 2007-. Sin embargo, dado el igualitario cuidado con el que la nueva dirección de TVE quiere tratar a la mujer y cómo ésta debe destacar por su profesionalidad y valor de su trabajo por encima de cualquier ámbito más superficial, puede que la estética de Igartiburu sufra un cambio y deje de ser llamativo para potenciar su buen hacer en las retransmisiones.
Nadie pone en duda la profesionalidad de Anne Igartiburu cada 31 de diciembre, y aún así siempre se cuela en el ránking de las mejor vestidas de esa noche tan especial. Su apuesta por el total look rojo desde el año 2008 ha sido un acierto, un color vivo, atractivo y glamuroso que casa a la perfección con su cabellera rubia. Además, desde 2009 apuesta por el diseñador Lorenzo Caprile (51), quien ha sabido captar la esencia del Hollywood de los años 50 que vive en la belleza de Anne.
"Es más importante presentar bien que el vestido que lleves", decía la propia Igartiburu el año pasado. Y en eso coincide plenamente con Rosa María Mateo, que prefiere que se escuche más la voz de las mujeres a que se mire su vestido. Y es que la televisión pública quiere alcanzar una imagen que otorgue a la mujer un lugar destacado por su trabajo y por su prestigio ante la audiencia, lo que hace que la tela del vestido o la cantidad de brillantes incrustados que tenga queden totalmente en un segundo plano. No hay motivo para que Anne cambie su color fetiche, pero a lo mejor sí altera la forma de llevarlo. ¿Veremos un Caprile 'recatado' en las Campanadas de entrada al 2019?
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