Este domingo viendo Gran Hermano VIP El Debate he llegado a la conclusión de que Mónica Hoyos (41 años), efectivamente, no está bien y debería tomarse un respiro de la televisión. Su encarnizada guerra en la casa de Guadalix con Miriam Saavedra (24) y, en la vida real, su disputa con Carlos Lozano (55), el padre de su hija, la tienen trastocada. Viéndola, quiero creer que es ese el motivo por el que actúa como lo hace; sin medir sus pasos y yendo contra su enemiga como una apisonadora. La creo una mujer inteligente, pero esta vez su visceral odio hacia Miriam la ha hecho traspasar umbrales peligrosos. Tus códigos, querida, no los entiendo: aseguras no hablar mal de Miriam nunca, pero mantienes que ha alejado a tu hija de su padre y, lo peor, vuelves a la carga con tu cantinela de que ejerció en Perú.
Lo siento, Mónica, no tienes defensa ninguna y el programa te lo ha consentido. Una vez más. ¿Por qué nadie para los pies a Mónica? Es una jugarreta sucia y rastrera la tuya, de hablar sin hablar. De dejar caer. La exconcursante ha puesto sobre la mesa en su conversación con Sandra Barneda (43) el tema de la prostitución y, encima, se ha apreciado su disfrute, estaba gozando. Hoyos, que este pasado jueves fue la expulsada del concurso, ha acudido al debate de Barneda para ser entrevistada y, entre otras lindezas, ha reafirmado que, según ella, Miriam tenía relaciones con hombres en Perú. Qué sutileza. Y la tía se lava las manos diciendo que lo había leído en Google: "No es feo que lo diga porque está en Google". Mónica, dixit. Alma de cántaro, ya podrías haber fabricado una excusa más consistente. Eso, o tener memoria: porque en otra ocasión dijiste que te lo habían contado en Perú.
Lo cierto es que este tema sobre el supuesto oscuro pasado de Saavedra ya lo sacó Mónica durante su concurso en una de sus titánicas broncas con Miriam. "¿Quieres que cuente lo que hacías en Perú? ¿A lo que te dedicabas? Insúltame y te echan de Perú, porque el Primer Ministro de allí es mi primo", le llegó a retar. Momentazo que, por cierto, GH VIP no emitió, lo eliminó burdamente. Pero, ay, los seguidores del canal 24 horas fueron más rápidos. El caso es que este domingo Sandra Barneda -has estado brillante en la entrevista, hija mía- ha querido repasar con Hoyos ese delicado momento, por si quería retractarse o algo parecido. Pero, ¡que va! La exmujer de Lozano se ha tirado al barro: "Cuando Carlos empieza con ella me metí en Google y me salió eso. Salía ella hablando, no era una cosa superpuesta".
Pobre mujer; no contaba con los incisivos colaboradores del programa, los cuales no se han podido callar y han asegurado que, cuando Miriam llegó a la vida de Lozano, ella se encargó de pasar información muy negativa sobre el pasado de Saavedra. Entre esos recaditos, estaba esa información, envuelta en papel de celofán. Cuando la presentadora le ha hecho ver que, de ser cierta su versión, no se puede uno fiar de todo lo que pone en Google, la también actriz se ha enfundado el papel de victima y de mujer atacada: "Si tienes hijos y sabes que una persona así va a compartir su vida con ellos...". Es en ese momento cuando Sandra ha explotado, harta de tanto victimismo:
Sandra: "Eso se dice en privado, pero en público me parece muy feo"
Mónica: "Yo se lo dije a Carlos..."
S: "No, perdona, se lo dijiste a Miriam en la casa"
M: "Yo se lo digo porque ella me pica. A ella esto no le importa finalmente. ¿Que no tendría que haber entrado ahí? Seguramente"
Pero, ojo, que los dardos de Mónica no acaban aquí. Atención a lo heavy de la siguiente frase. "Miriam ha alejado a mi hija de su padre", ha soltado cuando Barneda se ha interesado por el origen de tanto odio hacia Miriam. ¡BOOOM! Ella, que nunca habla de su hija. ¿En qué quedamos, Mónica? Muy mal, si alguien de tu entorno te quiere bien, debería decirte que te has pasado. Pero a la tía le da igual todo, ella se enroca en que el mundo está contra ella y que no ha hecho nada malo. De entrada, no es capaz de sacarse un defecto como concursante: "He hecho un concurso digno".
En esa misma actitud arrogante ha respondido a su actualidad con Carlos: "Él ha destrozado mi concurso, cuando visitó la casa y discutimos fue un antes y un después para mí". Mantiene que a día de hoy no se habla con el padre de su hija y termina su viacrucis asegurando que Miriam ha causado dolor "a personas" -su hija, ahora no la nombra. ¿Ustedes entienden algo?- y que eso "no lo voy a perdonar nunca". Vale, Mónica, que sí; el mundo está contra ti. Si tú eres feliz en ese rancho paralelo tuyo, ancha es Castilla. Eso sí, te aconsejo que no leas Twitter. Por salud mental.
Porcentajes ciegos y Suso, ¿gay?
La final está cada día más cerca y este domingo los cuatro concursantes finalistas han podido ver, por primera vez, los porcentajes ciegos del que sería el ganador, según la votación del público. 63'6, 29'4, 6'1 y 0'9 son los tantos por ciento registrados hasta el momento. Claro está, la presentadora ha querido conocer la opinión de los concursantes en directo: quién creen ellos que es la persona que se esconde tras el 63'6. Y aquí, la hipocresía ha reinado, salvo en el caso de Suso, el cual ha dicho lo que media España piensa: "El 63 le pertenece a Miriam y el 29 a Koala".
Sin embargo, la peruana -a la que se le llena la boca con la palabra sinceridad- ha pecado de falsa cuando ha respondido que, en su opinión, el 63 es de Koala. No, tía, tú sabes perfectamente que esa eres tú y que vas a ganar este concurso. Entiendo que puede quedar pelín pedante que lo reconozcas, pero te diré que la inmodestia no es siempre buena compañera.
Y hablando de Suso, ay Suso, qué haces con tu vida. En los últimos días se han grabado imágenes del concursante -hetero confeso- tonteando abiertamente con Asraf y reflexionando tamañas cosas como que no descartaría ser gay. El caso es que Aurah Ruiz (28), su pareja, lo ha visitado en la casa y le ha cantado las cuarenta: "¿Están acordes tus sentimientos? ¿A qué vienen tantos tocamientos?" Ella, rayada de verdad y él, tronchado de la risa: "¿Me lo estás diciendo en serio? Es una broma". Total, que la cosa ha terminado con Aurah más tranquila y Suso comiéndole la boca a la mínima de cambio. ¡Viva el amor! Y el gay, también.
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