Este miércoles se conocía la inesperada noticia: Irene Villa (40 años) y Juan Pablo Lauro se separan tras siete años de matrimonio y tres hijos en común, Carlos (6), Gael (3), y Eric (2). Una situación complicada ante el cual la escritora hace gala, una vez más, de la entereza que tanto la ha caracterizado estos años y desvela a JALEOS los detalles de esta decisión.
"Estamos cada día mejor. Han sido meses difíciles pero por fin tomamos la decisión, y ahora estamos genial", explica la periodista. Unas palabras que resumen a la perfección la filosofía de vida que siempre ha seguido Irene Villa. Ni el atentado sufrido cuando tenía 12 años a mano de ETA, ni la pérdida del que sería su cuarto hijo por tratarse de un embarazo ectópico el año pasado, ni ahora esta separación han podido cambiar la positividad con la que afronta cada etapa de su vida.
"Teníamos esperanza de superarlo, pero hemos decidido seguir con la magnífica relación que siempre tuvimos, especialmente por los niños". Los tres pequeños que se han convertido en el centro del mundo de Irene Villa y Juan Pablo Lauro, como ellos mismos han comentado en varias ocasiones. "Desde luego, no es un trance fácil. Pero ambos sabemos que nuestra relación durará siempre, y lo que más nos importa es que los niños estén bien y felices. ¡Y así es!". A lo que añade que decidieron "recientemente terminar con la convivencia. Algo quizá atípico pero nos sentimos mejor así".
Y es por ello que ya han comenzado a realizar algunos trámites de la separación (todavía no han firmado el divorcio). Lo más importante es que han decidido que la custodia sea "compartida", a lo que contribuye que él "además vive al lado del colegio y nos llevamos genial", comenta a este medio.
También han decidido comenzar con con el reparto patrimonial. Concretamente, se han llevado las gestiones precisas para que la compañía Saber que se puede S.L., que se dedica a actividades de representación de la escritora, deje de estar administrada por Juan y pase a Irene Villa, que desde el mes pasado figura como administradora única.
Su buena relación es más que evidente en las palabras que dirige a este medio. Desde que la pareja se conoció siempre ha estado muy unida. Evento al que acudió Irene, él iba de su mano. Cuando presentaba un nuevo proyecto, Juan aparecía por detrás siendo su mayor apoyo. En sus redes sociales, la imagen era de una familia feliz. Pequeños detalles que conforman una familia feliz que no quieren perder con la separación.
"Este verano tuvimos una alejamiento por motivos laborales que ha desembocado en separación", explica la periodista sobre las causas de este divorcio, añadiendo que puede ser una ruptura "quizá momentánea". Pero Irene siempre ha sido consciente del interés que suscita hasta lo más pequeño que ocurre en su vida, y no ha dudado en compartir este momento de gran trascendencia con los medios y el público que tanto cariño le tienen. "El lunes nos llamaron", comentaba, "y como hemos empezado a vivir cada uno en una casa, creo que teníamos que comunicarlo por el cariño que siempre nos tuvisteis todos", añade.
Sin embargo, haciendo gala también de esa sinceridad, quiere dejar claro que lo ha hecho para comunicarlo, no para obtener ningún beneficio económico. "Lo único que me está doliendo es que alguien pueda pensar que me he lucrado con esto. ¡Jamás se me ocurriría!", para recalcar que no se trata de "exclusivas ni nada".
Lo cierto es que desde pequeña Irene ha estado habituada a los medios de comunicación, y siempre ha relatado cómo se han ido desarrollando los principales hitos de su vida. "Solo lo compartimos del mismo modo en que hemos compartido toda nuestra historia de amor", explica.
Ahora "él está estudiando mucho para ser piloto. Lleva ya muchísimas horas de vuelo. Y yo estoy viajando sin parar". Sin ir más lejos, este fin de semana se encuentra viajando, cosa que agradece para no tener que encontrarse con todos los "fotógrafos que tengo en la puerta", asegura entre bromas.
Casi una década juntos
Irene y Juan Pablo Lauro se conocieron por medio de la Fundación También hace nueve años. Fue un flechazo a primera vista que los llevó al poco a iniciar una relación que terminó llevándoles al altar en junio de 2011 en la iglesia San Francisco El Grande (Madrid).
Juntos han tenido tres hijos que son el centro de su mundo, como dejan constancia ambos en sus redes sociales. Instantáneas que daban fe de una relación de amor de la que nadie se podía esperar que terminara rompiendo.
El propio Juan compartió en junio de este año una publicación en Instagram junto a un emotivo mensaje cuando se cumplía el séptimo aniversario de su boda.
"¡7 años casados! Nunca olvidaré las palabras del abuelo Andrés cuando le pedí tu mano. '¿Se van a amar? ¿Se van a respetar? Siempre habló en plural porque aunque era tu abuelo, ¡quería lo mejor para los dos!
Amor, gracias por todo lo que vivimos estos 7 años juntos, por nuestras sonrisas, lloros, felicidad, enfados, charlas, silencios, miradas, mimos, distancias, apoyo, sencillez, complejidad, comprensión, impulsividad entre mil cosas. ¡Gracias por ser la mamá mas maravillosa y dulce del mundo!
Amor el 7 es nuestro número, hemos superado mil cosas juntos y solo pido a Dios poder seguir a tu lado superando muchas más. Te amo. Te admiro. Te disfruto. Feliz 7 años amor".
Sin embargo, hace pocas semanas comenzaron los rumores de una posible crisis cuando Irene Villa acudió sola en su última aparición pública. La escritora no quiso perderse el espectáculo dirigido por Emilio Aragón (59), y lo hizo sin Juan de su lado, algo que llamó la atención porque siempre ha acudido a este tipo de eventos con su marido. Unas crisis que finalmente se ha confirmado con el anuncio de su divorcio.
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