Ruth Beitia (39 años) ostenta quince melladas de grandes campeonatos, pero el auténtico gran salto de su vida ha llegado este 2019. La atleta opta a convertirse en presidenta Cantabria por el Partido Popular, como han anunciado fuentes 'populares' después de que en septiembre la olímpica entrara en la Ejecutiva Nacional del partido de Pablo Casado (39) como secretaria del área de Deportes. Y es que este pasado 2018 ha sido un año que quedará marcado en el calendario vital de la deportista porque en el terreno personal ha sufrido grandes cambios.
En solo seis meses el rumbo de Ruth nada tiene que ver con el anterior. El 23 de junio se casó con T.Z.. Se trata de un profesor de Educación Física y Educación Infantil que trabaja junto a Beitia en la facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad Europea del Atlántico. Un hombre discreto, del mismo modo que lo es ella con su faceta personal, pues solamente tiene una instantánea con él en sus redes sociales y es la de su boda.
La mayor parte de las fotografías de su perfil público pertenecen al terreno profesional, en las que muestra su día a día con sus compañeros y equipo que la rodea en el trabajo y se han convertido prácticamente en su familia. Pero también comparte anécdotas como su salidas con amigas, su sesiones de peluquería y sobre todo manifiesta la admiración tan grande que siente por su madre, con quien posa en varias de sus publicaciones.
Los niños están muy presentes también en sus redes. Adora a los menores pero a sus 39 años aún no ha encontrado el momento para ser madre a pesar de que es uno de sus grandes deseos. De hecho, su sueño es formar una familia numerosa, como lo es la suya, que tiene cuatro hermanos. Pero por el momento según declaró a LOC "prefiere vivir el día a día junto a su marido" antes de ello.
Esta espera para tener hijos es libre y comprensible, ya que tras un matrimonio fallido, ha encontrado en T. el hombre con el que vivir en estabilidad y confianza. Algo que no tuvo con Ramón Cagigas, su exmarido y lanzador de jabalina del que se divorció hace casi siete años.
Pero la vida le dio una segunda oportunidad en el amor; y en el deporte, a pesar de haber anunciado su retirada el 18 de octubre de 2017, es, como ella misma afirma, una luchadora y no hay día que no se suba a la cinta de correr y entrene como una auténtica olímpica. Pero entre salto y salto, también le gusta saltarse la dieta los sábados y 'pecar' con chucherías y almorzar algo de grasa como huevos fritos con jamón ibérico.
Pero más allá de las dietas, las medallas o sus sueños personales, el día a día de Ruth también pasa por la política. En otoño Beitia entró en la Ejecutiva de Casado de forma oficial tras diez años unida al PP, pues en 2008 fue nombrada miembro del Comité Ejecutivo Regional del Partido Popular de Cantabria por Ignacio Diego. Sin embargo, no ha sido hasta este año con Pablo Casado al mando, cuando la deportista se ha encontrado plena y feliz porque "le encanta" su forma de trabajar y el "giro que ha dado a la política".
De ahí que emprenda entusiasmada esta nueva ruta hacia la posible presidencia de su tierra, Cantabria, para las elecciones del 26 de mayo de 2019. Y es que solo hace falta echar un vistazo a su Instagram para ver lo apasionada que es de las playas y los montes cántabros. Y es que, como rige el eslogan de Cantabria, es "infinita", como la carrera imparable de Ruth Beitia en todo lo que se propone.