El lunes 14 de enero la Audiencia Provincial de Madrid admitió a trámite la querella presentada por los padres de Mario Biondo contra el forense que levantó el cadáver de su hijo aquella noche del 30 de mayo de 2013, tal y como adelantó en exclusiva JALEOS. Ante este movimiento, el juez tendrá que continuar la instrucción e investigar si José María Abenza Rojo, el médico forense encargado de analizar el cuerpo del italiano y que dictaminó suicidio, cometió falsedad.
Su nombre está en estos momentos el punto de mira de la Justicia española en lo que supone un paso fundamental en la investigación del caso Biondo en nuestro país después de varias causas archivadas y recurridas. Santina D'Alessandro y Giuseppe Biondo acusan a Abenza Rojo de no haber hecho los exámenes pertinentes en la autopsia, así como de falsificar documentos públicos necesarios para la resolución del caso. Sin embargo, el forense no es un experto al uso de la Medicina Forense, sino que es toda una eminencia que posee un currículum repleto de estudios relevantes y casos mediáticos en los que ha participado de primera mano y avalan su trayectoria.
A lo largo de la investigación que llevará a cabo la Audiencia verificarán cada uno de los documentos y los pasos a seguir de un profesional cuya firma es más que familiar en las oficinas judiciales. Y es que Abenza Rojo pertenece a la Agrupación de Forensías de los Juzgados de Instrucción números 1 y 21 de Madrid, que trabajan bajo la supervisión directa del Ministerio de Justicia.
En su currículum destaca su época como director del Instituto Anatómico Forense de la capital, un puesto que le supuso ser colaborador principal de algunas de las investigaciones forenses más importantes de España. De hecho, su nombre y apellidos se mencionan en los archivos periciales de casos tan sonados y mediáticos como el accidente de Spanair en Barajas en agosto de 2008, donde su participación fue prioritaria para la atención de las víctimas en IFEMA; pero años antes, en la década de los 80, ya formó parte del equipo de forenses cuyo trabajo fue determinante para certificar el posible envenenamiento masivo por aceite de colza que supuso una de las mayores crisis sanitarias de España hasta el momento.
Pero su aval como experto forense traspasa fronteras y lo hace con el sello de uno de los organismos oficiales más importantes del planeta. Abenza Rojo fue miembro de la Comisión de Naciones Unidas para la Investigación de los crímenes de Ruanda, un auténtico genocidio de proporciones épicas que fue duramente investigado por la ONU. El alto racismo étnico de África Central llevó al forense a participar de forma activa en el análisis exhaustivo de los dantescos crímenes en el año 2001.
Su valía a lo largo de su carrera le han cualificado con creces para impartir clase como profesor asociado a la Universidad Complutense de Madrid, concretamente en la asignatura de Medicina Legal. A su vez, carga a sus espaldas más de 24 años de colaboraciones en puntuales obras colectivas escritas con colegas de profesión tan relevantes como él, así como artículos para revistas de divulgación científica; entre los que ha analizado desde las investigaciones periciales en drogodependientes hasta los criterios de muerte encefálica o cómo avanza la Medicina Forense de cara al futuro.
El peso de la experiencia de Abenza Rojo podría tumbar cualquier duda sobre su trabajo a primera vista, pero los Biondo y sus abogados y peritos de parte ven indicios para tambalear la reputación del forense debido a la supuesta forma de proceder en la, a su parecer, dudosa autopsia que realizó hace casi seis años. La familia sostiene que a pesar de certificar la apertura del cráneo de Mario, ésta no se hizo nunca, dato que, según expresan, quedó de manifiesto en la segunda autopsia que se le realizó en Italia. Con esta 'laguna' pericial, el hematoma que se vio en el cerebro, pasó completamente inadvertido para el forense español. También se cuestiona si examinó el estómago porque no se documentaron los restos de alimentos -carne- que sí halló el experto italiano.
Los Biondo, además, también ponen en duda que se realizara un examen del cuello y tejidos del mismo, ya que después se encontró un 'surco' prominente en esta parte de la anatomía del cámara. Ocurre igual con el supuesto examen de los pulmones; pero van más allá y cuestionan hasta la firma que aparece, supuestamente del forense en su comparecencia en el Juzgado. Según la acusación, se ha conseguido acreditar por parte de un perito caligráfico, que no ha sido hecha por él. De ahí que la familia Biondo acredite que podrían existir dos presuntos delitos de falsedad documental, cuyo primer señalado es José María Abenza Rojo.
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