Verdeliss (33 años) compartía este domingo un vídeo desde el hospital en el que no podía contener las lágrimas. La youtuber aseguraba que le resultaba muy difícil hablar del motivo que le había llevado a ingresar en sus siete meses de embarazo y pedía tiempo a sus seguidores para contar lo sucedido. Un día después se ratificaba en sus palabras y afirmaba que ni su marido ni ella "estaban preparados para desvelarlo". Sin embargo, este martes, la exconcursante de Gran Hermano Vip ha tenido las fuerzas suficientes para aclarar la dura razón de su hospitalización.
Todo hacía presagiar que se trataba de alguna complicación en el embarazo, y así lo han contado Verdeliss y su marido en un vídeo colgado en Youtube de madrugada, un paso que les ha costado dar pero que ven necesario: "Hay que normalizar la realidad, tanto los pensamientos positivos como los negativos, más aún cuando estamos hablando de maternidad... sin embargo esto nos ha costado un poquito, de hecho pensamos llevarlo de forma más íntima, es difícil de asimilar, no terminamos de gestionar estas emociones".
"Estamos ingresados en el hospital con una mezcla de incertidumbre, porque no tenemos una certeza de saber lo que nos espera...y miedos, porque esto afecta a nuestra hija. También desolación y además de un día para otro, en el que tú esperas que tu hija nazca rolliza, llena de salud, de vitalidad, que su primera experiencia al llegar a este mundo sea el calor humano... a de repente tener que aceptar que tu hija va a nacer con dificultades, que necesita una asistencia médica", ha contado Verdeliss al borde de las lágrimas.
La youtuber detalla lo ocurrido: "¿Qué es lo que ha pasado? Ayer justo cuando cumplía las 30 semanas de embarazo, rompí aguas, quedan 10 semanas, 2 meses y medio, y entonces hay que controlar muy de cerca cómo avanza nuestro bebé, tanto con monitores que nos están haciendo todos los días y ver el registro cardíaco del bebé... estoy con un tratamiento antibiótico, porque una vez que se ha roto la bolsa es como que se pierde esa barrera que protege al bebé. Son 30 semanas, es un prematuro crítico, cada día y cada semana es determinante".
"Hemos venido a un hospital de referencia aquí en Madrid para bebés prematuros, estaría súper bien atendida, pero qué le voy a hacer, no soy ni fuerte ni valiente y es que lo que veía como una etapa idílica del embarazo, esperando que llegue ese momento, preparando todo...hay que cambiarla por permanecer dentro de un hospital... es un bebé chiquitito que me lo van a separar, se lo van a llevar a una incubadora y va a estar sufriendo porque lo que le pide su naturaleza es estar en el calorcito humano, digo: 'jolín, pobrecita, nada más nacer tendrá que enfrentarse a desafíos", cuenta Verdeliss con impotencia.
"Ojalá se cumpla ese pequeño milagrito, y pasemos de la semana 34", pide la joven. "Nos dijeron que dentro de todo el líquido que se ha perdido, se mantenía suficiente para que ella se pueda resguardar... y ella se deja ver que está ahí, con sus pataditas, y se ve que el corazón está bien... Así que tendremos que aprender a estar optimistas, pero yo ahora mismo no lo consigo. Me tiene todo el día llorando, y por eso agradecemos la ola masiva de cariño", apunta Verdeliss limpiándose las lágrimas de los ojos.
Y es que además del sufrimiento, están lejos de sus hijos, y justo cuando sucedió todo tuvo que recogerlos la madre de Verdeliss. Por otro lado, en pocos días cumplen años varios de sus pequeños y no podrán celebrarlo. Por eso querían pedir el traslado a Navarra, pero la negativa de los médicos ha sido clara: "Es un riesgo que no se puede asumir".
[Más información: El pasado de Verdeliss como doula, la polémica disciplina denunciada por Enfermería]