Como las armas, las palabras también las carga el diablo. Hay que andarse con pies de plomo a la hora de hablar y de hacer chascarrillos. No todo el mundo entiende la broma y, ni mucho menos, empatiza con esa cabra que, dicen, siempre tira para el monte. Kiko Rivera (34) la ha vuelto a liar en Gran Hermano DÚO. Y no me refiero a aquellas locas juergas que se corría el hijo de Isabel Pantoja (62) allá por. No, el tío ha metido el pie en el tiesto de la peor de las formas este domingo. Por innecesario e injusto.
Resulta que tras unos días fuera de la casa de Guadalix por una indisposición que el pasado jueves no se aclaró, Irene Rosales ha aclarado el motivo de su ausencia en el concurso. "Me tuve que ir por un dolor fuerte en el abdomen, en el lado izquierdo. Se trataba de una hemorragia. Estaba embarazada de dos semanas, ha sido un aborto". La mujer de Rivera ha asegurado que llevaba días "floja y sin actividad". Sin duda, un mal trago que, cosas del destino, no todo el mundo se ha tomado de la misma forma. Y el más importante, Kiko.
Sin ir más lejos, su marido Kiko, pasados los minutos, ha expresado algo que no ha sentado nada bien: "Me llaman el hombre clavo, donde pongo el ojo, pongo el nabo". Dadas las circunstancias, una declaración fuera de lugar que Irene ha encajado con un insultante pasotismo; ni mala cara ni cara larga. Como si nada hubiera ocurrido. Alega Irene que estaba embarazada de dos semanas. Hups, qué avatares: o se engendró dentro de la casa o nada más entrar. Ahí dejamos, de momento, la investigación. Eso sí, apostillo, que a mí me dice Kiko esa frase en la casa después de anunciar el aborto y, cómo mínimo, le cruzo la cara.
Candela, Antonio y la masturbación
Ahí no se ha quedado la cosa. Si de despropósitos quieren el cotarro, prepárense. Aunque Candela y Antonio Tejado (32) ya advirtieron antes de entrar en la casa de GH DÚO que se encontraban en una etapa de crisis sentimental en su relación, lo cierto es que la audiencia no imaginaba hasta qué punto de tensión y desencuentro podían llegar. Empiezan a ser numerosos los conflictos entre ambos, a cada cual más surrealista que el anterior. Pero esto, esto supera cualquier expectativa.
El último de ellos ha tenido como origen una supuesta masturbación que el propio Antonio habría disfrutado bajo el edredón. Su expareja asegura haber pillado al concursante haciendo manitas con su juguete, algo que ha provocado un auténtico terremoto en la casa de Guadalix de la Sierra. La joven corrió al confesionario y, entre lágrimas, desveló que acababa de ocurrir "algo" que no podía contar.
Pero unos minutos más tarde, y ante la insistencia de Tejado, una incrédula Candela preguntó a su ex muy directamente si "se había hecho una paja", a lo que le siguió un monumental enfado de Antonio, que llegó a amenazar con demandarla tras propagar el rumor por la casa: "Se ha acercado Candela y me ha dado a entender que en la cama me la estaba cascando". El concursante terminó pidiendo a su ex que le dejara en paz y Candela contraatacó con un irónico "pues vete al cuarto de baño".
La discusión entre la pareja se desarrolló en diferentes estancias de la casa y ante la mirada de otros de sus compañeros, que no daban crédito a lo ocurrido: "¿Cómo se va a estar haciendo un pajote con el niño en brazos?", se preguntó Ylenia. María Jesús, por su parte, cuestionó a Candela que, de ser cierto, por qué le hacía tanto daño que el joven se masturbara.
Horas más tarde, Antonio comenzó a bromear con el asunto y fingió repetir bajo el edredón aquello de lo que le acusaba su ex. Una vez apagadas las luces, la pareja intentó arreglar el malentendido, aunque Candela siguió en sus trece: "Antonio, te he visto. Sé tu cara". El concursante continuó negando la acusación y la pareja no consiguió llegar a un acuerdo.
El gesto que se merece la expulsión
No hay nada nuevo bajo el sol. Es algo habitual si se tiene en cuenta que es un programa de convivencia de más de una decena de personas dentro de una casa. Pero no deja de ser sorprendente que a veces dentro del propio inmueble no sean conscientes de que se les está viendo por la televisión en toda España. Por eso, a muchos de los que ven el canal 24 horas de este programa a través de la plataforma Youtube no deja de producirles "mucho asco" que los concursantes "coman con la boca abierta". "Habría que echarlos por eso", llegaba, incluso, a comentar una de las espectadoras esta mañana durante la retransmisión del desayuno de los concursantes.
Lo cierto es que esta nueva edición de Gran Hermano está siendo de lo más polémica. Y eso era algo que se veía venir desde hace tiempo. Telecinco ya la preparó con esa intención a pesar de que la audiencia no está siendo tan buena como la que se esperaba en un primer momento; no en vano, el principal canal de Mediaset venía de cosechar un gran éxito con la edición de Gran Hermano VIP.
Alejandro y Sofía, amor y odio
Sofía Suescun (22) y Alejandro Albalá también están en el centro de la polémica por su curiosa relación de amor y odio. El dúo no deja de pelearse y darse arrumacos. Lo más curioso es que sus actuaciones no son tan relevantes como las de sus respectivas madres, que no dejan títere con cabeza en el plató provocando discusiones de aúpa. Más la de Sofía que la de Alejandro, todo hay que decirlo.
Y es que, la Maite Galdeano es un ciclón descontrolado. Hasta con Belén Esteban ha discutido en el debate sin que llegara la sangre al río. Por lo demás, María Jesús Ruiz (35) se enteró en el transcurso del programa de que ella también está nominada esta semana. Sofía y Alejandro tenían el privilegio de sacar a un compañero o compañera de la lista y, aunque ella prefería salvar a Ylenia, prevaleció el deseo de él que decidió rescatar a Antonio Tejado, poniendo en riesgo a la Miss España de 2004.
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