En una tierna imagen en blanco y negro, Mario Casas posa orgulloso con su hermano Óscar, por el que siente debilidad, sobre todo, desde que se ha dedicado al mundo de la interpretación. En la imagen, el pequeño de los Casas aparece tapando los ojos de Mario con un pañuelo, para furor de sus seguidores: "Madre mía, con cuál de los dos me quedo. Estáis guapísimos".