Verdeliss (33 años) ha conseguido hacer de su papel como madre su negocio (en esto se basan sus perfiles en las redes sociales), con la consiguiente exposición de sus pequeños. Lo ha hecho con sus seis hijos y con la recién nacida Miren, que llegó al mundo de forma prematura con 31 semanas de gestación, no ha hecho una excepción. La pequeña tiene casi más fotografías que días de vida, imágenes en las que aparece entubada y en la incubadora. La youtuber ya fue criticada por mostrar tanto a sus hijos mayores, y con este bebé prematuro se vuelve a reavivar la polémica, sobre todo por la delicada situación de la pequeña. ¿Podría suponer un problema para sus padres esta sobreexposición de un prematuro? ¿Hasta qué punto es legal que unos progenitores compartan hasta el lado más íntimo de los pequeños?
Para conocer dónde están los límites legales, JALEOS se ha puesto en contacto con Javier Urra, especialista en Psicología Clínica y Pedagogo Terapeuta y Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid desde 1996 hasta 2001.
"Quien puede que intervenga es el Ministerio Fiscal, en caso de que entienda que se está atentando contra la intimidad, dignidad o el honor", explica el especialista. A diferencia de lo que mucha gente piensa, el experto aclara que el Defensor del Pueblo no sería el que intervendría, sino "la Fiscalía que tiene la competencia del ámbito de protección", es decir, "que podría intervenir".
Muchos de los casos que aparecen en los medios en los que se abre un proceso para proteger un menor se inician por la denuncia de uno o de los dos progenitores. En este caso, sin embargo, ambos siguen juntos y mantienen una muy buena relación, por lo que no existiría la posibilidad de que hubiera un intercambio de demandas. De ahí que, de actuar, en este caso sea la Fiscalía porque "puede intervenir de oficio, no necesita ninguna denuncia. Puede intervenir si ve un hecho que es punible", es decir, si considera que la situación que está viviendo el menor no es la más adecuada o puede atentar contra su honor, su dignidad o su intimidad.
Así, esta institución tiene que evaluar "por qué, cuándo, en qué puede dañar la actuación de los padres... y hacer una valoración del caso, y entonces decidir si es constitutivo de delito o no", explica Urra.
Más allá de la actuación de la Fiscalía, los datos dejan claro esta sobreexposición. Nada más nacer, su madre compartió su primera fotografía fuera del vientre todavía con los restos de placenta y del líquido amniótico sobre su rostro rojizo. Desde entonces, superando el ratio de una fotografía por día, Verdeliss ha compartido con sus seguidores todos los momentos de la pequeña.
Esta sobreexposición, además, conlleva que otras personas desconocidas utilicen la imgen de Miren. Ya han empezado a surgir otras cuentas no oficiales que comparten las fotografías de la bebé, e incluso varios perfiles falsos. Antes tan siquiera de conocer qué son las redes sociales, la pequeña está teniendo una repercusión que muchos influencers nobel querrían.
Recogida de firmas para que no exponga a sus hijos
Verdeliss ya tuvo problemas hace algunos meses con mostrar a sus hijos en redes sociales cuando una ciudadana inició una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para evitar que Estefanía Unzu continuara haciendo público la vida de los pequeños.
Bajo el mensaje No a la explotación de menores en Youtube, esta petición (que actualmente acumula más de 3.400 firmas) solicita que Verdeliss, y en otros casos similares al suyo, dejen de exponer en la red a sus pequeños con el afán de evitarles graves consecuencias.
"Debemos luchar por una investigación en los canales de YouTube donde los padres se lucran de vender la vida de sus hijos exponiéndolos a todo tipo de peligro físico y psicológico", aseguran en la petición. "Son canales donde podemos ver a niños desde el embarazo, pasando por el parto hasta su crecimiento en todo tipo de situaciones. Como, por ejemplo, niños desnudos en la bañera, cambiándoles pañales, enfermos, donde a los padres les importa más grabarlo que los propios niños", añaden los promotores de esa solicitud.
Desde la plataforma, además, ponen el acento en que la fiebre de las redes sociales también ha llegado al hijo mayor de la pareja, Aimar (13), que abrió hace poco tiempo su propio canal de YouTube, problema doble por la visibilidad que tienen los menores de edad ante cualquier desconocido. "Hay constancia que en estos canales la mayoría de visitas son de pedofilos, gente que siente atracción sexual en ver parir a las mujeres, bañar a un bebé, etc. Los padres (dueños de estos canales) son conscientes de ello ya que sus vídeos figuran en numerosas listas de reproducción de gente pedófila donde podemos ver todo tipo de comentarios sexuales hacia los niños".
Verdeliss y Aritz son padres de siete hijos: Aimar, Irati (8), Laia (7), Julen (4),las mellizas Eider y Anne (2) y la última de ellas, Miren. La recién nacida llegó al mundo en el Quirónsalud San José (Madrid), que es un Hospital Materno-Infantil de referencia en la capital, con 31 semanas de gestación. Desde entonces, la pequeña se encuentra ingresada y entubada para garantizar que su cuerpo se desarrolla en un entorno seguro y de forma correcta.
Además del cuidado por parte del personal médico, Aritz y Verdeliss han optado por seguir el método canguro, como ya hicieron en su momento Pablo Iglesias (40) e Irene Montero (30) con sus pequeños. Se trata de un tratamiento en el que los padres están piel con piel con el recién nacido, sobre todo los prematuros, y que resulta beneficioso para el desarrollo del bebé.
[Más información: Verdeliss, acorralada: recogen firmas para que deje de explotar a sus hijos en YouTube]