Tamara Gorro (32 años) acaba de publicar su segundo libro Rendirse, nunca, que en tan solo un día ha conseguido lanzar su segunda edición. La colaboradora de televisión y youtuber se ha abierto a sus fans para narrar algunos de los capítulos complicados de su existencia. Su vida no es tan perfecta como ella se esfuerza en mostrar cada día a través de sus redes sociales y ahora ha dado un paso al frente para desvelar algunas de las traiciones que recibió por parte de sus amigos más íntimos y otras situaciones en las que no todo fue de color de rosa.
En el capítulo dedicado a esas "puñaladas que dolieron", la mujer de Ezequiel Garay (32) relata diferentes situaciones de amigas y amigos que no lo eran tanto como ella creía. Se centra, sobre todo, en dos casos en los que el denominador común fue el dinero. Sin desvelar nombres, Tamara, cuenta cómo dos personas muy cercanas a ella dejaron de hablarle cuando ésta se negó a prestarles dinero.
- Nena, necesito que me dejes 70.000 euros para pagar a hacienda. Te lo iré devolviendo poco a poco cariño
- ¿Perdona?- le respondí un poco angustiada y a la vez sorprendida-, yo no dispongo de ese dinero
- Bueno, tú no, pero tu marido sí
- Lo siento, el dinero de mi marido es suyo y yo no puedo pedirle esa cantidad para un amigo. No lo haría ni para mí
Desde esa llamada no volvió a recibir un mensaje suyo. Lo mismo con una amiga íntima: "Confié económicamente en ella y acabó engañándome. Descubrí mensajes con adjetivos muy feos hacia mi marido y hacia mí. Dejaba claro que con nosotros tenía mucho que ganar y era el interés el que le movía". "Después de tantos años de desengaños, analizando cada uno de ellos, he llegado a una conclusión: todos coinciden en un momento concreto de mi vida, el de empezar a trabajar en televisión y el de comenzar mi relación con mi marido".
Embarazo prematuro
Otro de los aspectos de su vida que Tamara Gorro ha querido recordar en su último libro es su embarazo prematuro: "A los siete meses comencé a sentirme muy mal, con muchos dolores en la parte baja de la tripa y muy fuertes. Eran contracciones. Era muy pronto para que naciera el bebé. Había que intentar impedirlo. El doctor me advirtió que un parto prematuro podría traer complicaciones [...] Pasé de estar activa a incrustada en en el sofá todo el día [...] Una tarde fui a ver un partido donde jugaba mi marido. El doctor me había dado permiso. Desde allí nos fuimos directos al hospital. Y allí me quedé. Me dejaron ingresada para ponerme medicamento más fuerte y evitar que el niño naciera, era muy pronto aún, no podíamos correr ese riesgo [...] Finalmente mi hijo no aguantó todo lo que tenía que aguantar y nació en la semana treinta y ocho".
Tamara anima en su libro, contando sus experiencias, a luchar por lo que cada uno cree. Este es el objetivo final de su segundo libro con el que quiere ayudar a superar los momentos difícles a aquellos que hayan vivido situaciones similares a las suyas.
Actualmente, ella se encuentra en uno de los mejores momentos profesionales y personales. Felizmente casada con el futbolista del Valencia Ezequiel Garay con el que tiene dos hijas: una niña, Shaila, que tuvo mediante gestación subrogada; y un niño, Antonio, que vino al mundo por fecundación in vitro.
Anteriormente a este libro publicó Ser feliz no es gratis donde enseña a comer de forma saluda, a hacer ejercicio y a ser disciplinados, demás de a ejercer de madres molonas, como ella misma se califica.
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