El pasado viernes día 8 salió a la venta su nuevo trabajo discográfico, que lleva por nombre Héroes en tiempos de guerra, una excusa más para que David Bustamante (36 años) vuelva a estar en el candelero. El artista visitó este lunes El Hormiguero, donde habló del momento que atraviesa, tanto a nivel profesional como personal.
La entrada en el plató del cántabro ya fue sonada, subido en un coche descapotable. Nada más bajarse de él, Bustamante aseguró a Pablo Motos (53) “ya estamos en casa”. Su actitud fue en consonancia con esa afirmación, ya que incluso se atrevió a dirigir al público durante la entrega de una tarjeta simbólica con motivo de su decimoquinta visita el talk show.
Pero más allá de efemérides, la presencia de Bustamante era muy esperada por otras cuestiones, entre ellas, cómo no, la relación que tiene con su expareja, Paula Echevarría (41). “No ha pasado nada. Nuestra relación es increíblemente buena. Somos familia y lo vamos a ser siempre. Somos totalmente felices, lo que ha pasado es que a veces se acaba el amor, pero somos buenos amigos y, sobre todo, somos padres de una niña, que es lo más importante”, aclaró.
"Tengo un equilibrio maravilloso"
A pesar de la contundencia de su mensaje, no fue sencillo que el cántabro se arrancara con esta confesión. Fue Pablo Motos el que tuvo que ir encaminando la conversación, primero hablando de su nuevo disco, luego de su evolución personal con el paso de los años y, por último, la relación con Paula.
Ligando esos dos últimos aspectos, el artista habló de un tema muy importante para él: el acoso: “He salido de una etapa en la que me han acosado. Han sido dos años de una persecución desmedida. Ahora tengo un equilibrio dulce y maravilloso. Hay dos universos que se juntan en un punto, mi lado profesional y personal. No me gusta que se metan conmigo. Siempre estoy sonriendo, si salgo enfadado será por algo, no es que me haya cambiado el carácter”, comentó.
Esa complicidad entre Motos y Bustamante alcanzó su punto álgido cuando el presentador habló de su visión personal, de cuánto tenían que haber sufrido con esa ruptura, tanto ellos como su entorno. “Cuando estaba pasando todo, vino Paula y me dijo: saludos de David. Está todo dicho”, apuntó el conductor del talk show, momento que aprovechó Bustamante para cortar de raíz con el asunto: “Eso se lo preguntas a ella cuando venga”, zanjó.
Un 'héroe' familiar
Ese pequeño momento de tensión quedó en mera anécdota durante la visita de un Bustamante que mostró su lado más fraternal al ser preguntado por su hija: “Daniella tiene 10 años. A los 5 le dije que no creciera más y no me hace ni caso. La quiero con todo mi corazón, es mi ser favorito del mundo. Lo importante es enseñar lo mejor e intentar que sea una buena persona. Eso es lo que creo que queda, no si eres bueno en tu trabajo”.
Daniella no fue la única persona de su familia de la que Bustamante se acordó. Su madre estuvo presente a través de una curiosa anécdota de su juventud: “Mi primer curro fue en la obra, tenía 15 años. Mi primer sueldo fueron 80.000 pesetas. Con ello le compré a mi madre una pulsera de 90.000. Me endeudé”, recordó.
En sus recuerdos de la infancia y adolescencia también hubo espacio para otras instantáneas menos amables. “Era un niño muy bueno que cantaba, los malotes se metían conmigo. Como jugaba al fútbol bien, recibía muchas patadas y no hacía nada porque tenía miedo a hacer daño a la gente”.
Dejando a un lado al presente, no faltó la actuación en directo del cántabro, quien, aunque por momentos no lo pareciera, llegaba a El Hormiguero para presentar su nuevo disco: “Estoy muy feliz, llevo un año y medio preparándolo. Hay bachata, canciones de amor, funky… hay de todo, una variedad absoluta”, valoró, recordando que “este año se hace mayor de edad mi carrera”. “Son números que a mí mismo me asustan. Son diez discos de estudio, mil conciertos…”, repasó.
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