El paso de Bertín Osborne (64 años) por el plató de Sábado Deluxe ha tocado muchos corazones. El cantante se sentaba frente al presentador Jorge Javier Vázquez (48) y al plantel de sus colaboradores para hablarles sobre cómo iba el proceso de recuperación de su hijo Kike (11), operado recientemente de sus dos piernas.
Esperanzado con los pequeños avances de su hijo, el artista confesó que su gran miedo era pensar qué iba a ser de Kike una vez que él y su mujer, Fabiola Martínez (46), murieran. Una situación que según el propio Osborne le quita el sueño: "Tú tienes que tener claro que esto es para siempre. Pero no solo para siempre, lo peor para nosotros es cuando no estemos. Ahora hago lo que haga falta, pero cuando no esté yo y no esté su madre... Eso es lo que me preocupa de verdad, lo que no me deja dormir. Me da terror pensar qué será de él cuando no estemos nosotros".
Emocionados con todo lo que contó Bertín, los colaboradores de Sálvame aplaudían este lunes la sinceridad del cantante. Un reconocimiento que llevaba a Paz Padilla (49) a romperse en directo, derramando alguna que otra lágrima. La presentadora aprovechaba el final de su programa para mandarle un beso muy fuerte a Bertín y Fabiola, y "a todas las personas que están alrededor de estos críos que necesitan una ayuda. No es fácil para la familia ver que tu hijo sufre".
Paz quiso reconocer públicamente a su buen amigo Bertín: "Le doy un beso muy fuerte a mi Bertín porque sé que él es muy sensible y necesita todo nuestro apoyo". Para concluir, terminó añadiendo: "No es fácil para las familias sobrellevarlo, no es fácil ver que sus hijos sufren".
La entrevista de Bertín Osborne en Deluxe todavía tiene repercusión en estos días. Lejos de mostrar a Kike como un niño débil, destacó sus logros y su actitud tras sus últimas operaciones. Era el pasado mes de noviembre cuando el primogénito de Bertín y la venezolana pasaba por quirófano para tratar de recuperar la movilidad en sus piernas. En cambio, cuando parecía que todo iba bien ocurrió lo inesperado.
"Fue muy duro, llevaba ya dos meses con la operación enorme que le hicieron: ocho horas, 19 cortes, músculos, tendones... Quedó muy bien y le pusieron dos escayolas. Cuando se las quitaron empezó a a hacer rehabilitación y, de repente, un día empezó a chillar. Fabiola le daba masajes pensando que era un calambre y era que tenía el fémur roto", desveló el jerezano.
[Más información: Paz Padilla, sobre el fenómeno de Vox: "Amigos míos los han votado"]