Cristiano Ronaldo (34 años) y Georgina Rodríguez (25) se encuentran en Madrid, ciudad en la que se conocieron hace más de dos años- por cuestiones de trabajo. El que fuera jugador del Real Madrid ha viajado hasta la capital madrileña para la inauguración del nuevo centro Insparya, su negocio de injerto de pelo.
Tras 10 años cosechando éxitos en Portugal, con más de 35.000 trasplantes capilares realizados y con la participación en esta nueva aventura de una figura como la de Cristiano Ronaldo, que ejerce de co-fundador, el Grupo Insparya da el salto internacional con la creación del primer centro a nivel mundial en España, concretamente en Madrid. El futbolista y su novia, Georgina, no han dudado en aterrizar en Adolfo Suárez-Barajas estar presentes en una cita tan importante para su ya amplia cartera de negocios y para su economía familiar.
Después de una jornada con periodistas, CR7 y su pareja se han tomado un impás y han acudido a comer a un conocido restaurante de la capital. Los fotógrafos permanecían vigilantes, pero el luso y la de Jaca han conseguido esquivar prácticamente todos los flashes.
La presencia de la pareja ha causado tal revuelo que los curiosos tampoco han evitado sacar sus cámaras e inmortalizar el momento en el que Cristiano y Georgina, ahora residentes en Turín, se dejaban ver por España.
La pareja una vez más se han mostrado mimetizados en cuanto a estilismos y los dos han lucido camisa blanca y pantalones vaqueros aunque el portugués ha elegido unos azules y Georgina un par en negro que la modelo ha combinado con unas altísimas botas negras mosqueteras. Además, en cuanto a peinado, lucía una coleta, su birkin de Hermés a cuestas y el teléfono móvil en la mano. Por su parte CR7 ha vestido unos vaqueros pitillo con botines. Y el pelo -porque la ocasión así lo requería-, impecable y brillante.
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