Frank Romero, el exintegrante del grupo Locomía que fallecía de forma inesperada el pasado verano, ya tiene su propia calle en su ciudad natal: Huelva. El Ayuntamiento de la capital onubense le ha brindado un privilegiado espacio en El Higueral, la que fuera su barriada durante toda su infancia y adolescencia.
Esta rotulación, según informa La Mar de Onuba, se aprobó en el Pleno de Honores y Distinciones de la Ciudad de Huelva del 17 de enero de 2019. La placa fue descubierta el día 20 de marzo por el alcalde de la ciudad, el socialista Gabriel Cruz (55 años), y la hermana de Frank Romero, Gema Ruiz Romero, quien se mostró tremendamente emocionada al recordar al recordar al fallecido actor.
El edil onubense destacó que "con esta calle, en la barriada donde Frank tenía sus raíces, la ciudad de Huelva rinde homenaje a uno de sus artistas, que nos dejó muy joven, con muchas cosas por hacer y por aportar en lo humano y en el mundo del arte".
Y continuó diciendo que "en el acto de hoy queda demostrado el calor y el cariño que despertaba este onubense, cuyo recuerdo tenía que permanecer en el callejero de la ciudad como una manera de tener presente a alguien de quien nos sentimos orgullosos, por su implicación, su compromiso con Huelva y su forma de ser sencilla, cercana y cariñosa. Frank Romero siempre estará con nosotros aquí en el Parque de La Luz. Una persona muy querida y muy de su barrio".
El actor, cantante y excomponente del legendario grupo Locomía alcalzó el súmmum de su popularidad en la década de los 90. El grupo musical del que formó parte durante años nació en la isla de Ibiza en 1984 con una intención absolutamente opuesta a la de hacer música. Sus miembros fundadores querían entregar guiños de moda a través de sus innovadores estilismos que incluían hombreras kilómetricas e hipnóticos movimientos no con abanicos sino con pericones, la versión 'maxi' del clásico abanico español. Además, Frank se hizo un hueco enorme en corazón de los andaluces al participar en series de televisión que perduraron años en la televisión autonómica, como Arrayán o Vidas cruzadas.
Más allá de su trabajo sobre los escenarios y ante las cámaras, Frank se ganaba la vida como guionista y era director de la Escuela de Arte Dramático ESAD 2009, un proyecto muy personal y que fundó para encontrar y cazar nuevos talentos.
El joven artista encontraba la muerte el pasado 16 de julio de 2018 a causa de una encefalitis bacteriana a la temprana edad de 46 años. Tan solo un mes antes, el 16 de junio, fallecía "por causas naturales", otro integrante de Locomía: Santos Blanco. En un comunicado publicado a través de la cuenta oficial de Facebook del mítico grupo aseguraban entonces:
"Hoy toca despedirnos de un ser único que dejó una huella imborrable. Santos Blanco llegó a Locomía en un momento álgido y de gran éxito del grupo. Su aparición fue clave para brillar como nadie en ese inolvidable festival de Viña del Mar, en 1992. Su rostro angelical y su cuerpo apasionado por la danza le hicieron inolvidable en este concepto".
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