Fue el pasado 2 de abril cuando el PSOE lanzaba su cartel de campaña electoral con un primer plano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (47 años), mirando con gesto serio a cámara a la vez que se podía leer superpuesto su mensaje de guerra: Haz que pase. De la imagen, en blanco y negro, se destaca a un Pedro un tanto inexpresivo, adusto, sin un amago mínimo de sonrisa, muy alejado de esa imagen sonriente que llevaba a gala antes de que comenzara la cuenta atrás para las elecciones generales del próximo 28-A.
Justo cuando el cartel de Alberto Garzón (33) está recibiendo críticas por un "exceso de photoshop", en la instantánea de Sánchez se aprecia más naturalidad al no ocultar algunos mechones encanecidos, así como las arrugas alrededor de los ojos y los surcos nasogenianos. No obstante, la calle está dividida tras el Haz que pase; para algunos, se ha optado por que el rostro de Pedro pase a un segundo plano al imprimir sobre él, en color rojo y letra grande, la frase de marras. Sin embargo, otros mantienen que sigue manifestando un yoísmo del que está abusando.
A todas luces, parece que el actual líder socialista, y hasta el momento presidente del Gobierno, no pasa inadvertido con sus acciones. Sea como fuere, lo que es un hecho es que el cartel ha hecho correr ríos de tinta y son muchas las voces en redes sociales que señalan que ha pasado de ser 'Pedro El Bello' a 'Pedro El Menos Bello'. Los más lenguaraces no han tenido reparo en hacer ver que por sus facciones y semblante serio se ha convertido en Pedro 'El Duro'.
Pero, ¿qué se esconde detrás de esa imagen que tanto ha dado de qué hablar? ¿Qué se pretende transmitir con ella? ¿Existe una campaña de marketing en forma de lavado de imagen para enterrar a 'Pedro El Bello'? Para resolver todos estos enigmas, JALEOS se ha puesto en contacto, en primer lugar, con Ana Iriberri, Directora de Aiasesoresdeimagen. Esta especialista tiene claro que todo obedece a un cartel "estudiado" a conciencia: "Podemos señalar que, por supuesto, se trata de un gesto estudiado en el mundo de la publicidad; y mucho más concretamente en el caso de la política, nada pasa al azar. Hablamos de una foto de estudio y en blanco y negro, que se aleja mucho de las fotos que generalmente usan los candidatos".
Eso sí, se aclara a este periódico que no existe, a priori, un objetivo claro o una intencionalidad manifiesta: "Hoy en día cada vez es más difícil saber qué es lo que los creadores quieren transmitirnos con una imagen concreta, ya que muchas veces lo que buscan es precisamente eso; lanzar una especie de pregunta abierta y que cada cual por si sólo arroje su propia respuesta. Claro está, dentro de unos parámetros que ellos definen. Y esto muchas veces es un arma de doble filo".
Pese al campo abierto de la interpretación, Iriberri tiene claro que existe una lucha por romper con la imagen de antaño de Sánchez, más desenfadada: "Tenemos claro que con la imagen elegida, por un lado buscan romper con esa imagen de un Pedro Sánchez sonriente que era habitual cuando irrumpió en el escenario político de primer nivel, probablemente para transmitir la idea de que ha dejado de ser una posible opción para pasar a ser una realidad". En otras palabras, "transmitir la idea de un Pedro Sánchez con un perfil de gestor. Por otro lado, ese semblante serio, en un primer plano tan grande, dota a la imagen de un aire muy cinematográfico recordando a numerosos carteles o portadas de películas americanas, que en nuestra opinión intenta transmitir la seriedad o importancia del momento en el que nos encontramos".
¿Se puede ver perjudicado Sánchez de cara a las urnas?", inquiere este medio. La respuesta es contundente: "En líneas generales, no creemos que un sólo cartel pueda dañar o impulsar la imagen global de un candidato, sobre todo cuando hoy en día están tan expuestos a los medios y redes sociales. Está claro que puede ser un empujoncito a favor o una piedrecita en el zapato, y es que, como decíamos, este tipo de acciones son muy abiertas, por lo que habrá firmes defensores y claros detractores sobre la misma".
"Su campaña tiene un fuerte soporte en su físico"
Por otro lado, JALEOS ha podido conocer de la mano de Personality Media que este cartel obedece, sin género de duda, a la gran seguridad que siente el político por sí mismo, mas en estos momentos en los que es presidente: "Esta faceta, del 'YO, PEDRO', se ha visto reforzada y va a ser explotada en el resto de la campaña, desde su posición de Presidente del Gobierno, donde se permite lanzar un mensaje de liderazgo y control a la vista de todos. De todo poderoso, de líder, pues el votante que sufre, y al perezoso que tratas de atemorizar para que vote, o a ese 40 por ciento que le amenazas con un cambio a peor si no vota, debes demostrarle tu solidez, ya que desde su fortaleza cuidará de ti y debes fiarte, confiar que están en manos del más fuerte".
En su cualificada opinión, esa suerte de yoísmo podría jugar en su contra: "Gran parte de la campaña de Pedro tiene un fuerte soporte en su imagen o en su físico, de la que sin duda se ve muy confiado y por la que hacen una fuerte apuesta. Quizás está abusando en exceso, como estamos viendo". Siguiendo esa línea, se apostilla: "Con el cartel se quiere transmitir solidez, seguridad, confianza, que es lo que la gente de a pie ve al fin y al cabo, sin entrar en tanto de detalle. No es un mensaje particular la razón por la que puedas votar, sino por la suma de conceptos que pueda llevarte a tomar la decisión: para esto se vale de un mensaje de seguridad y robustez que es lo que el resto no tiene: una oposición que se ha visto destruida estos años de crisis internas y que fue expulsada del poder del modo más inverosímil".
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