Victoria (17 años) y Cristina (17), las hijas adolescentes de Julio Iglesias (75 años) y Miranda Rijnsburger (53), han aprovechado las vacaciones de Semana Santa para escaparse y disfrutar de unas exclusivas vacaciones en Mónaco.
Las jóvenes están acostumbradas a un alto nivel de vida, por lo que su estancia en una de las ciudades más lujosas de Europa (y del mundo) es todo un ejemplo de lo que acostumbra a ser el día a día de su vida, toda una 'dolce vita': restaurantes de alta calidad, compras en firmas de alta costura y, por supuesto, se alojan en uno de los mejores hoteles de la ciudad.
En concreto, Victoria y Cristina se han hospedado en el Hotel Hermitage. Se trata de un palacio de estilo Belle-Époque (declarado monumento histórico) reconvertido en un complejo de cinco estrellas al alcance de muy pocos.
El hospedaje palaciego fue construido a finales del siglo XIX por el arquitecto Nicolas Marquet con la participación de Gustave Eiffel. De todas las terrazas, salones, spa y centro fitness de los que dispone, hay una estancia que tiene una gran importancia estética: el hall, presidido por una impresionante cúpula realizada por el mismísimo creador de la Torre Eiffel.
Además de los lujos y comodidades propios de un hotel de esta categoría, la mayor parte de los huéspedes que lo escogen lo hacen por su excelente localización. Situado frente al puerto de Montecarlo, las hijas de Julio Iglesias pueden disfrutar de sus maravillosas vistas al mar y, si se les antoja, dar algún paseo en lancha (como suelen hacer en Miami).
Se encuentra en una excelente ubicación para un par de adolescentes como ellas: ávidas de experiencias nuevas, con dinero para disfrutar de las mejores tiendas y una belleza sin parangón para no pasar desapercibidas en las calles monegascas. Victoria y Cristina pueden ir al casino de Montecarlo, a cinco minutos andando del hotel, o a disfrutar de su exquisita gastronomía en los selectos restaurantes que lo rodean.
Eso sí, todas estas comodidades tienen un alto precio. En este hotel, una habitación simple con vistas al mar cuesta un mínimo de 1.000 euros por noche. En cambio, la habitación más cara (la suite presidencial) puede llegar a alcanzar los 20.000 euros por estancia.
Todas las lujosas habitaciones están decoradas de forma individual, siguiendo un estilo clásico, con colores pastel y con un cierto aire rococó, con mobiliario recargado y de gran calidad.
Una vida repleta de lujos
La elección de este hotel por parte de las hijas de Julio Iglesias tampoco suena descabellada, y es que con un padre con la capacidad económica del artista (cercana a los 850 millones de dólares) son pocos los caprichos que las jóvenes no se pueden permitir.
Así, los lujos y las comodidades que hay en Montecarlo no suponen ninguna novedad para Victoria y Cristina. Su vida se desarrolla en Miami, donde el artista posee una mansión de gran tamaño, con piscina, una amplia zona ajardinada y su propio puerto. Y pueden desplazarse a los destinos más exóticos y deseados con el jet privado de su padre, del que no dudan en disfrutar siempre que tienen ocasión.
En su tiempo libre, las jóvenes van a la milla de oro de la ciudad estadounidense para poder llenar su armario de las mejores prendas y complementos. Sobre todo, de bolsos de Chanel de los que poseen una gran colección.
En su tiempo de ocio, gustan de dar paseos con sus perros, de disfrutar del mar caribeño a bordo de sus lanchas privadas o de tardes de tranquilidad en el club de golf del que es socio la familia.
Una vida de lujos y comodidades que están al alcance de muy pocos y del que dejan constancia en sus redes sociales. A pesar de su corta edad, estas instantáneas unidas a ser hijas de Julio Iglesias y hermanas de Enrique Iglesias hacen que acumulen miles de seguidores: Victoria más de 81.000 seguidores y Cristina más de 85.700 seguidores.
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