Manu Tenorio, sobre su mujer Silvia Casas: "Tiene que aguantar lo pesado que soy"
El cantante ha acudido junto a su hijo al parque de atracciones de PortAventura para disfrutar de una jornada en familia.
24 abril, 2019 10:16Noticias relacionadas
Han pasado ocho meses desde que Manu Tenorio (44 años) sufriera un terrible accidente doméstico por un cortocircuito que podría haber terminado en tragedia. El cantante de la primera edición de Operación Triunfo recibió una descarga de más de 400 vatios sufriendo por el que sufrió grandes quemaduras a lo largo de su cuerpo.
Tras este accidente traumático, el marido de Silvia Casas vive con más intensidad más la vida, como ha demostrado en su última visita familiar al parque temático de PortAventura World.
Tenorio, que acaba de cumplir 44 años, ha disfrutado de la mayoría de atracciones, aunque se monte en las más tranquilas. En la visita al parque su compañero de juegos ha sido su hijo Pedro, que no ha dudado en ver quién ganaba más puntos recogiendo galletas junto a Coco en la nueva atracción Sesame Street del espacio temático situado en Salou.
¿Cómo ha sido venir a PortAventura?
Una experiencia maravillosa. No es la primera vez que veníamos. Vinimos hace un par de años. Siempre lo pasamos muy bien porque está lleno de experiencias para todas las edades, para niños y para mayores. En esta ocasión volvemos a repetir porque estamos estrenando una nueva atracción.
¿Cómo es montarse con el pequeño? ¿Cómo se lo pasa Pedrito?
Ha sido muy chulo porque aparte se pone un poco a prueba para ver si le da miedo o no... Pero le ha encantado Sesame Street, ha sido una experiencia muy bonita.
¿Es usted de sensaciones fuertes?
La verdad es que para el Dragon Khan y atracciones así todavía no estoy preparado, porque psicológicamente son muchas tela para mí. Yo no tengo edad para esas cosas. Es que eso de bajarme con el estómago en la garganta no es de lo que más me gusta, la verdad.
Prefiere el subidón de adrenalina cuando sale al escenario...
Sí, por supuesto. Y sobre todo es adrenalina bastante más controlada, la verdad.
¿Qué siente cada vez que sale al escenario?
Yo, la verdad, lo que siento es mucha gratitud. Todavía me parece un milagro poder vivir de algo que para ti es una vocación que es a lo que te sale de manera natural y hacer de ello tu forma de vida. Sigo viéndolo como un milagro.
¿Es complicado? ¿Duro?
Todo lo que merece la pena en esta vida muy requiere un trabajo, un esfuerzo y una dedicación. Lo que pasa es bueno, porque la recompensa es tan fascinante que todavía uno sigue persiguiendo esas sensaciones, ¿no? Y no se te hace duro por más trabajo que haya que hacer.
¿De dónde coge la inspiración?
Siempre pienso que la inspiración es una ventana abierta con vistas al mar y por esa ventana entra mucha luz, muchos colores, sensaciones, emociones y siempre hay que tenerla abierta, ¿no? Y unas canciones hablan una cosa y otras de otras. Y bueno, la inspiración viene a su capricho...
¿Ha cambiado desde que era un adolescente que salía en OT?
Procuro ser el mismo, porque siempre pienso que si con mis defectos y virtudes he llegado hasta aquí, la fórmula para seguir es mantenerse lo más sencillo posible.
A su lado tienes a Silvia, ¿qué le aporta ella?
Es una mujer de la que yo aprendo mucho. Para empezar, la admiro mucho porque yo creo que gran parte del amor y de la base del amor está en admirar mucho a la persona que tienes al lado. Silvia es una mujer muy comprometida con nuestro proyecto de vida en común.
Es una tía, que brilla mucho por sus propias cualidades y, sobre todo, aporta mucho amor, mucho cariño, que es lo principal para tirar hacia adelante.
¿Y qué es lo que tiene que aguantar?
Que soy muy pesado. Los artistas somos muy pesados, muy 'intensitos', siempre estamos en un tobogán emocional. A veces estamos exultantes, y hay veces que no se nos ve y estamos por debajo de nuestra posibilidades, muy ensimismados en nuestras cosas. La verdad que alguna vez incluso acabo muy agotado de mí mismo.
¿Y qué se dice?
Me miro al espejo y me digo: "¡Qué pesao eres hijo!" y entonces intento distraerme con otra cosa y no encerrarme en mi historia.
Y Pedro, su hijo, ¿qué le aporta?
Me aporta mucha alegría de vivir y muchísima energía. Este hombre me despierta muchísimo y, cuando estoy perdido y ensimismado en mis cosas, me saca de un plumazo fuera de mis cosas. Se agradece muchísimo que lo saquen a uno de su maremagnum. Es un figura.
¿Cómo lleva su recuperación después del cortocircuito que sufrió?
Va bien, va bien. Realmente ha sido un shock, bastante intenso lo que sufrí, pero, bueno, con el apoyo de mi familia, la actitud positiva que he tenido y los profesiones del hospital de La Paz( que ha sido un equipo fabuloso) lo he ido superando.
¿Al final llegó a saber lo que sucedió? Porque comentó que iba a intentar averiguarlo.
¿Sabes? No he querido invertir tiempo ni recursos en seguir indagando. He intentando invertir el tiempo en algo operativo y pensé que lo más práctico era invertirlo en mi trabajo, en mi nuevo disco que saco en un par de meses, en el single que saqué hacer un par de meses... Pensé en no invertir mi energía en seguir removiendo lo que pasó porque quería que me iba a llevar a ningún lado.
¿Fue al tocar unos cables?
Fui a comprobar, a ver por qué no había luz y cuando subí los plomos aquello estalló. Eran los de fuera de mi casa que hay más de 400 vatios. Menos mal que no me dio directamente a mí. A mí lo que me dio, digamos, la onda expansiva. Si me llega a dar la descarga directamente me había dejado...
¿Ha sido un renacer? Como le pasó a Raphael, que siempre celebra dos cumpleaños desde su trasplante de hígado.
Bueno, sí, aunque tampoco mucho porque yo siempre he sido de actitud muy, muy positiva en la vida y siempre he sido muy agradecido con los que tengo, ¿no? Pero bueno, sí que valoro muchísimo todo lo que tengo alrededor, me parece que es fabuloso. Y sobre todo la conciencia de que la vida es mucho más casual.
A veces no nos damos cuenta de que la vida en un segundo se puede ir.
Cuando me preguntan: "Pero, ¿cómo fue?". Digo: "Fue un accidente". Y la palabra accidente contiene eso, que es algo fortuito, que te puede pasar en un momento dado y que sin razón alguna te ocurre y se te cruza la vida.
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