Hace más de una década que su música llegó a España, y lo hizo para quedarse. Ahora, Juan Esteban Aristizábal Vásquez, más conocido como Juanes (46 años) tiene un nuevo éxito, La plata, el cual presentó este miércoles en El Hormiguero.
Quizás haciendo un guiño a otra de las canciones que ha marcado su trayectoria, La camisa negra, el artista colombiano se presentó en el plató del talk show ataviado con prendas de ese color. Eso sí, los años no parecen pasar por él, algo en lo que reparó inmediatamente Pablo Motos (53). "Te tengo que hacer una pregunta: ¿Por qué no envejeces? ¿Por la noche te envasas al vacío?". La receta para mantenerse así de bien es sencilla: "Me cuido con el deporte y la alimentación, pero también lo paso bien, me gusta la fiesta. El ying y el yang."
Sin más rodeos, Motos y su invitado se pusieron a hablar del single La plata, que el propio Juanes define como “una canción de vallenato, siempre he coqueteado con este estilo. Tenía esa duda conmigo mismo y con el folclore colombiano. Carlos Vives ha hecho cosas inmensas por el vallenato y yo quería hacer algo”. En este sentido, el colombiano agradeció “la acogida de la canción, porque tiene mucho que ver con la identidad de mi país”.
Tras esa pequeña valoración y sin saber muy bien cómo, el presentador y el cantante se metieron en una conversación mucho más personal relacionada con el alcohol. “Me encanta el whishy, es una bebida que puedo controlar”, desveló Juanes, quien tras la pregunta de Motos sobre si le daba por llorar cuando se emborracha, comentó que “me pongo hablador, suelo estar feliz. Me gusta el aguardiente, pero es más difícil de llevar”.
Si el diálogo ya estaba tomando un rumbo un tanto disparatado, el presentador de El Hormiguero se encargó de confirmarlo con una confesión curiosa: “Hace muchos años tuve una borrachera de anís. Me rompí una pierna. Vi dos tramos de escaleras y pensé que podía pasarlas de un salto”. A colación de esta vivencia, Juanes también recordó que “una vez en la plaza Garibaldi me pillé una borrachera a tequila, acabé tirado en la bañera y con una resaca de cuatro días”.
Miedo de altos vuelos
Esa disparatada conversación dejó paso a otro testimonio muy íntimo del cantante, esta vez mucho más serio. "Sigo teniendo miedo a volar, pero me controlo mucho. Antes bebía whisky, me tomaba una pastilla… Ahora me subo, rezo y pienso que si no me falla la licuadora de mi casa no puede fallar este avión".
Ya que antes habló de su país, Motos recuperó el tema para preguntar a Juanes sobre los estereotipos que proyecta la famosa serie televisiva Narcos. “Nos jode que Medellín se identifique con el narcotráfico. A mí me tocó vivir esa época oscura, por eso cuando hay esta referencia es un poco fuerte. Ahora ha cambiado mucho, aunque es un país complejo, no tiene nada que ver con lo que sale en Narcos. Lo que más nos molesta es precisamente que vean a Pablo Escobar como un héroe, sobre todo por parte de los chicos jóvenes”, criticó.
Más allá de esa imagen internacional de su Colombia natal, a Juanes también le preocupa mucho el peso que tiene la tecnología en el mundo contemporáneo. “Pienso mucho en el futuro y en la inteligencia artificial, sobre todo cuando los algoritmos comienzan a manejar tu vida, tus vídeos, tu música…”, valoró.
Al parecer, ese asunto también preocupa enormemente a Motos, quien, de forma inesperada, se convirtió en protagonista durante unos minutos, contando su visión sobre el dominio de los algoritmos y la importancia que tiene, a su juicio, no regalar los datos en Internet y a través de las apps. “Somos nosotros mismos los robots”, destacó.
Tras ese momento tan profundo, el programa se movió después por los parámetros habituales, con una prueba de las hormigas relacionadas con la música o un truco de magia de Jandro, aunque uno de los momentos más especiales llegó con la visita de Tilly Jockey, una joven que tiene unos brazos biónicos tras sufrir durante sus primeros meses de vida una severa meningitis.
[Más información: Juanes confiesa su mayor drama: su hermana lleva 25 años en estado vegetativo]