Carlos Falcó (82 años) y Esther Doña (42) están a punto de cumplir dos años de casados. Ambos siempre han afirmado que su historia de amor es verdadera y muy alejada de todo lo material. Lo cierto es que, igual que todas las parejas, tienen sus discusiones, y sin duda la más fuerte tuvo lugar el pasado 24 de febrero en uno de los hoteles más exclusivos de la capital.
En torno a la 01:30 horas de aquel domingo, una de las habitaciones del conocido Hotel Eurobuilding cambiaba la calma y la paz de la madrugada por los fuertes gritos y continuos reproches del marqués de Griñón y su mujer. Tanto fue así, que unos turistas que se encontraban en una habitación próxima decidieron llamar a la Policía, que acudieron al lugar media hora después.
Así lo desvela LOC, que ha hablado con Falcó para conocer su versión de los hechos. Según el empresario, cenaron en el restaurante Sushi99: "Por parte de Esther en ese momento había una situación de ansiedad y dolor y la discusión empezó durante la cena". Pero, al parecer, la conversación fue elevando el tono y optaron por volver al hotel para no dar lugar a las habladurías de los allí presentes.
Pero los gritos continuaron en la habitación, por lo que la Policía se vio obligada a presentarse allí poco después de recibir la llamada de otros huéspedes. Al aparecer, Carlos Falcó fue consciente y sincero con lo que había ocurrido, lo que desembocó en que los agentes se lo llevaran a la comisaría de Chamartín, recomendando, a su vez, a Esther Doña que denunciara lo sucedido, aunque finalmente no lo hizo.
"Esa noche estuve en la comisaría", recuerda Falcó. Pese a la negativa de Doña de dar el paso, los profesionales de oficio interpusieron una denuncia por un presunto delito de violencia de género: "Por la mañana me trasladaron a otra dependencia distinta en coche. Tras escuchar el testimonio, me dejó libre y sin cargos", asegura el exmarido de Isabel Preysler (68) al citado medio."Se trata de una historia desmesurada. No me parece bien que la presunción de inocencia no pueda aplicarse igual siendo hombre o mujer", añade.
Un mes después de atravesar esta crisis en su matrimonio, Esther Doña se vio obligada a pasar por quirófano para someterse a una artrotomía, una intervención en la que se abre una determinada articulación para tratar alguna dolencia que se ha originado en la misma. Su marido estuvo a su lado durante todo el tiempo que duró su hospitalización.
Lo cierto es que desde que se conocieron han vendido su historia como idílica. Él llegó a contar a la prensa que había aprendido a hablar por Whatsapp solo por el hecho de hablar con ella. Cuatro años de relación que, pese a sus idas y venidas, sigue sumando memorables momentos.
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