Paz Padilla (49 años) inauguró el pasado 14 de abril por todo lo alto su tienda No Ni Na en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes. Cientos de seguidores de la presentadora y admiradores de su hija influencer, Anna Ferrer (22), se agolparon a las puertas del establecimiento para estar presentes en ese gran día y satisfacer su curiosidad por ver el nuevo negocio de la siempre exitosa presentadora. Pero un mes después, los números no son tan pomposos como se esperaba.
La tienda, según indican a este medio, pocas veces se encuentra vacía, pero nunca a rebosar y la gran parte de la gente que acude solo va "a mirar" o a "curiosear las prendas de que vende Paz Padilla". El porcentaje de compras reales que se llegan a efectuar es bajísimo debido, sobre todo, a su alto precio para la humilde población de la zona.
"Es carito todo, solo para pudientes. Mucha suerte", "Me parece carísimo todo lo que habéis publicado de ropa y complementos y encima siempre talla única lo podrá comprar la gente que os codeáis porque los curritos como yo, va a ser que no, suerte" o "No habéis pensado en la gente del día a día, no todo el mundo tiene un sueldazo", son solo tres ejemplos de los miles de mensajes similares que se pueden encontrar en las redes de la propia tienda.
Una chaqueta vaquera por 79 euros, un vestido por 130 euros o pendientes a 80 euros son precios que no todos pueden costearse fácilmente. La pequeña tienda tiene una gama limitada de stock, de hecho todas son piezas casi exclusivas de las que solo tienen una o dos piezas. Tan acotada es la oferta que en la mayoría de prendas solo existe la 'talla única', un detalle que también ha sido muy criticado por los posibles clientes.
Tampoco se queda libre de críticas el hecho de que para las personas que no residan o visiten Zahara solo puedan comprar con lo que ven en la página de No Ni Na de Instagram. En caso de interesarse por un producto, son remitidos a un número de teléfono móvil para hablar por WhatsApp con la responsable de ventas. Tanto la persona que contesta al mensaje como la que gestiona la red social también se han visto señaladas por los clientes por "ni siquiera preocuparse en contestar".
Los elevados gastos de envío también generan polémica. Ascienden a 5'95 euros para la península, 6'95 euros para Baleares y para Canarias "a consultar". De nuevo una cuota demasiado alta a pagar que se suma a los altos precios de las prendas y complementos. Lo que hace que, a pesar de la gran acogida que tuvo la tienda con largas colas de espera el día de su inauguración, parece que todo era pura curiosidad por ver el proyecto, y después de conocerlo muchos han quedado defraudados por el gran desembolso que supone comprarse algo en No Ni Na. Tal y como explicaba una usuaria: "Es precioso todo lo que vendéis... pero es una pena que la mayoría que os seguimos y nos encantáis, no podamos permitírnoslo... se q son prendas de buena calidad... pero la mayoría de tus seguidores somos familias humildes... una pena que no podamos ir...".
Para subir las ventas, Paz y su hija han intentado de todo. Ellas mismas son las que posan con la ropa de la tienda en su particular catálogo online, lo publicitan en sus redes personales cada día, se visten con sus prendas para los eventos de mayor repercusión a los que acudan, la presentadora los muestra en Sálvame y nombra su marca en el prime time vespertino, sus amigos famosos como Eva Isanta (47) han visitado la tienda y lo han compartido en redes... aún así los precios no cambian y la afluencia de gente al establecimiento no es la deseada. De hecho, muchos acuden por la curiosidad de poder conocer a la humorista más que a comprar algo y eso no genera ingresos de ningún tipo.
Sus otros negocios de éxito
Con No Ni Na la presentadora ha tocado un sector hasta ahora desconocido para ella, el de las tienda de moda y complementos. Porque la realidad es que sí tiene experiencia -y exitosa- en el mundo de la hostelería y hospedería.
Desde mediados de la década de los 90, Paz Padilla posee un hotel rural en Girona, Can Miquelet. Se trata de una masía del año 1.700 y de cinco hectáreas de terreno verde, una villa totalmente reformada. Tiene capacidad para 14 personas y se puede alquilar completa por 1.000 euros el fin de semana. Aunque al principio registró leves pérdidas enseguida supo reflotar el proyecto y en la actualidad acumula grandes beneficios.
La presentadora también abrió un bar, Los tunantes de la Villa, en Villaviciosa de Odón. Lo inauguró en 2017 y en su primer año de vida ya logró beneficios, algo inusual en un negocio hostelero.
Toda esa labor de empresaria la compagina con la televisión y el teatro, desde su faceta de conductora de Sálvame a jurado de Got Talent pasando por su papel de La Chusa en La que se avecina; hasta su participación principal en obra de teatro Desatadas.
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