El próximo 22 de junio Belén Esteban (45 años) será la protagonista de la gran boda del año de la que todos querrán saber, pero de la que nadie externo al enlace sabrá nada, porque de ello se está encargando la propia novia. La colaboradora de Sálvame sellará su amor con Miguel Marcos (31) en la Vega de Henares, un recinto de lujo que estará totalmente blindado con equipos de seguridad dignos de una base militar.
Apenas quedan tres semanas para el gran día de Belén y su prometido y no han querido dejar nada a la improvisación. El vestido de novia lleva guardado meses en el armario de la colaboradora, las invitaciones repartidas y las sorpresas del enlace preparadas, pero también está muy bien planificada la forma en la que van a salvaguardar la exclusiva que, según apuntan desde Diez Minutos, ya negocian con una revista y por lo que han elevado al máximo la seguridad para su evento. Tal y como señala la cabecera rosa, Esteban, además de prohibir el uso de teléfonos móviles a sus invitados, ha contratado un sistema anti drones y focos antipaparazzi, todo un despliegue que supone un alto desembolso.
JALEOS se ha puesto en contacto con una de las empresas más reconocidas del sector de la seguridad para conocer cómo se actúa en estos casos y a cuánto puede ascender el precio de tanta protección. Según deslizan a este medio la cobertura de un evento se lleva a cabo con "inhibidores y dispositivos de bloqueo de drones" con los que se "los avista, analiza e incluso se puede extraer la información que cargan y sus datos de origen en caso de ser demasiado invasivos".
Existen diferentes métodos y materiales para la captación y bloqueo de drones y para disuadir dispositivos de imagen que se han de escoger dependiendo del terreno y el objetivo a cumplir. El equipo utilizado es diferente teniendo en cuenta si se contrata el sistema de seguridad para un evento particular o si forma parte de una necesidad de protección nacional. Además, existen rigurosos límites de uso de inhibidores en los perímetros cercanos a instituciones y localizaciones estratégicas como aeropuertos o zonas militares, ya que obstruyen las redes por las que se lleva a cabo el trabajo habitual en estos lugares y pueden producirse consecuencias críticas.
Todo ese planteamiento, el despliegue in situ y la mano de obra supone una labor con un alto precio. Con un desembolso de 50.000 euros podría lograrse una protección básica, pero la cifra no cubriría siquiera los materiales y herramientas para el blindaje de seguridad que exige la boda de Belén. El precio depende del pack de seguridad escogido, la duración del bloqueo aéreo, el espacio que abarca...
Un terreno de amplias dimensiones -la Vega de Henares donde tiene lugar la celebración abarca un espacio de 1.500 metros- donde desean tener todos los flancos cubiertos y no descuidar los rincones más insignificantes, como si de una misión del ejército se tratara, podría llegar a suponer un desembolso cercano a los 104.000 euros, tal y como apuntan desde la empresa experta, y es que por este último precio además de captar los drones pueden llegar a aniquilarlos.
Por otro lado, con un precio más barato pero igualmente efectivo y que contribuye al equipo de protección que tendrán Belén y Miguel en su boda son los focos antipaparazzi. Se trata de unas luces reflectantes que consiguen que, aunque los fotógrafos disparen sin parar con sus teleobjetivos, el resultado de la imagen final sea un gran halo blanco sin ningún tipo de figura ni contenido identificable.
La amplia cobertura no es apta para cualquier bolsillo y nada habitual en enlaces de cualquier otra índole, pero al ser Belén Esteban la protagonista del día y tratarse de una de las bodas con más repercusión del año no importa el dinero invertido. Además, dado que la mayor beneficiaria del evento búnker es la revista que negocia su exclusiva, podría correr a su cuenta todo el operativo de seguridad, y a la colaboradora solo le quedaría disfrutar de su gran día.
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